miércoles, 26 de octubre de 2022

EL IMPERIOSO REGRESO A LAS FUENTES

Por Roberto Marra

Sin temor alguno, sin miedo a las reacciones, sin medir palabras ni conceptos, la “bestia parda” de ese conglomerado politiquero que nos gobernara directamente durante cuatro fatídicos años, lanza libros amenazantes, profiere advertencias de padecimientos futuros y señala enemigos a eliminar. Ahora que ya “pasaron al acto” con la Vice-Presidenta, se engolosinan con sus próximas víctimas, todos nosotros, la Nación misma.

Que un minusválido de la razón, permanezca como “líder” de ese amontonamiento de gorilaceos personajes de pesadillas, da la pauta de la capacidad de someternos que poseen los dueños del Poder. En los medios propios o en los que pretenden pasar como adversos, esas figuras oscuras de la peor calaña politiquera desfilan cada día, aplastando la verdad contra el piso de la miseria que ellos crearon y se desviven por acrecentar.

Nada los calla, nadie se atreve a ignorarlos. Son el supra-poder que nos mira desde su pedestal de odio dirigido hacia el pobrerío, asegurando lo que les espera (nos espera) cuando regresen al gobierno. Se vive contestando sus imbecilidades, ato de atrocidades para embrutecer aún más a la ciudadanía, que sólo busca un rincón donde cobijarse de tamañas incoherencias con las realidades padecidas.

Pero logran igual sus objetivos. Degradan las mentalidades populares al punto de ser aceptados como “alternativa” ante los divagues fondomonetaristas del gobierno que ilusionó con oponérsele a esa estructura mundial de destrucción social. La gota neoliberal está horadando la piedra del sentimiento popular, conduciendo a la catástrofe económica, sin otra reacción que la invitación al “diálogo” intrascendente o los “ruegos” a los empresarios apátridas.

Ya suenan las trompetas de las elecciones, cuando todavía no se hizo lo mínimo para construir el “dique” que impida el regreso de la monstruosidad neoliberal, prometida como peor por su perverso conductor. La bestia antipopular se permite actuar sin tapujos ni medias tintas, mientras de este lado, donde anida la razón histórica pero se niega su estricta aplicación, se responde poniendo “la otra mejilla”, lista para la bofetada final que acabe con las pocas ilusiones que todavía pudiera conservar el Pueblo.

Mientras, se lanzan candidaturas antes de plantarse ante el enemigo con la fuerza unitaria que nunca se logra por efecto de las miserias individualistas. Se generan alianzas para combatir, antes a la única líder que conjuga el pensamiento nacional y popular, que al Poder Real, al que terminan sirviendo. Se autoerigen conductores irreales de masas que buscan salidas desesperadas de sus situaciones de pobreza, mediante divagues ideológicos que anulan la historia y pervierten los sentidos de la doctrina que dicen defender.

El regreso a las fuentes es perentorio. El fin de la tibieza es imperioso. Dejar de lado el temor a un enemigo demasiado conocido, es el mandato histórico que nos podrá acercar otra vez al camino de la victoria. Una victoria donde la Soberanía sea la bandera, donde renovemos nuestro compromiso con la Independencia nunca concretada del todo. Y donde conjuguemos el sentimiento más importante para construir una Patria digna de ser habitada: la Justicia Social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario