miércoles, 6 de junio de 2012

LA DESPENALIZACION DE LOS CONSUMIDORES DE DROGAS

Por Dr. Rubén Visconti*

Un debate muy interesante de cuyos resultados depende el mantenimiento o no de los castigos penales derivados que producirá culpables o inocentes. Lo que primero que puede advertirse entre los oponentes en este debate es que, como en principio no era dable de esperar, se muestran dos grupos con una clara identificación en otros campos del pensamiento o mejor dicho ideologías, que aparecen claramente delineadas en la sociedad argentina. 

Mientras que uno de esos grupos expresa su relación con lo que se denomina derecha, dado su oposición a ultranza con las posibilidades de poner en marcha una política de despenalización, por lo cual está claramente identificada con otras posiciones que así lo señalan, tales como su oposición a las decisiones en general y en particular del gobierno actual, es decir, en contra de todo; al otro grupo estos mismos derechistas lo acusan de pertenecer a la izquierda, como lo escuchamos en un programa de TV reciente, en el cual uno de los que se opone acusaba al otro de zurdo y hasta casi llegó a pegarle, lo que no consiguió debido a la pronta reacción del periodista invitante.
Planteadas así las cosas por el sector de derecha, nos parece una simplificación absurda mediante la cual se evita la realización de un debate muchísimo más amplio que nos privaría a todos para informarnos y decidir con respecto a cuál sería la solución más correcta, aunque nunca lo  será absoluta y definitiva, dado que en ella quedarán incorporados matices influyentes referidos al nivel de comportamiento de la sociedad en cada momento histórico.
Los que ya tenemos unos años encima debemos recordar los cambios en las costumbres y hábitos que influían en nuestra juventud ,totalmente contrarios a los de la juventud actual, para tomar conciencia de los cambios habidos, cambios a los cuales hemos tenido que aceptar  a regañadientes en tanto, pasados los años, hoy los observamos con total naturalidad.
Un ejemplo claro y sencillo nos da la razón. Hasta no hace muchos años, 1950, las piletas de natación no aceptaban el uso común de hombres y mujeres, lo que si bien a algunos nos parecía una tontería mayúscula, lo aceptábamos sin protestar mayormente.
A fin de año para las fiestas los jóvenes nos quedábamos junto a nuestros padres y hoy en día nuestros hijos y nietos no lo hacen, y en el ejemplo anterior, los actuales hábitos aceptan el baño común con mínimas prendas.
Como advertimos que estos ejemplos usados solamente para una clara interpretación de los cambios que día a día, quizás sin advertirlos, vienen sucediendo y son aceptados, lo que no quiere decir que tengan la misma significación e importancia el hecho de bañarnos juntos y disparar de las reuniones anuales, con el tema en tratamiento, o sea, el problema de la penalización o no del uso de las drogas.
Traigamos otros ejemplos reales sucedidos en otros países, por ejemplo, los Estados Unidos de Norteamérica, que nos fueron prolijamente informados y documentados mediante el cine, con la difusión de gran cantidad de películas que nos exponían las consecuencias del dictado de la denominada “ley seca”  destinada a prohibir el consumo de alcohol entre sus ciudadanos, lo que dio lugar a la creación de verdaderas mafias de fabricantes y asesinos como la del famoso Al Capone que, además, con la acumulación de riquezas y poder que les permitió ser los dueños de ciudades enteras como Chicago, lo eran también de todos los poderes públicos, intendentes, concejales y jefes policiales.
Este ejemplo real y objetivo, como el que podemos citar en otro orden la prohibición de la pedofilia que a pesar de las sanciones dispuestas por la ley sigue en pie con la participación probada de hombres de la Iglesia, una institución oficialmente ligada al pensamiento de la derecha, en este y el resto de los países del mundo en el cual actúa; Iglesia que no impide la pedofilia en tanto impone el celibato obligatorio.
Por eso insistimos que consideramos una ridiculez esta reducción de la derecha a un problema con los “Zurdos” queriendo dividir en otro tema a la sociedad argentina mediante un debate banal y estúpido que reduce las decisiones y le quita validez y profundidad a los análisis.
Recordemos para certificar esta afirmación que todos, derechistas y zurdos entre los cuales me coloco, tenemos hijos y nietos y hasta biznietos como es mi caso, y no tenemos derecho a simplificar este problema desde la óptica miope que emplean los que sí quieren hacerlo desde la óptica reduccionista a la que nos conduce sus posiciones en otros temas, para recordarle simplemente que en la época de los prostíbulos los mismos eran alquilados con exclusividad por los señores ricos para el exclusivo uso del que ponía el dinero y sus amigos, de lo cual también podemos dar ejemplos, como en el caso del aborto al que las chicas de familias “bien” acuden para lavar sus pecadillos  a consultorios bien provistos, en tanto las parteras barriales matan dos  o  tres centenares de miles al año de las muchachas que carecen de dinero para hacerlo.
Y en el caso particular del consumo de drogas participan también los chicos y chicas bien sin riesgo de ser detenidos como tampoco lo son los que en los autos de sus papás atropellan y matan, sin castigo, como existen ejemplos a granel en nuestra sociedad y en todas las sociedades del mundo en las cuales la existencia de los poderosos del dinero abunda y abusan para desgracia del resto de los mortales.
Finalmente y para adelantar nuestra conclusión no como zurdo sino como un padre, abuelo y bisabuelo preocupado por una numerosa prole que está sujeta a los mismos problemas que atañen en principio a la juventud, aunque el consumo de drogas se expande a diferentes edades, creemos que lejos de castigar al consumidor que es una víctima a la cual hay que apuntar todas las medidas destinadas a su rescate, dedicando todos los esfuerzos a perseguir a los traficantes, que cuanto más prohibiciones existan destinadas a los consumidores más tendrán la seguridad de aumentar sus inmensas ganancias.
Despenalizar el aborto, como despenalizar el consumo de drogas como ya sucede en otros países del mundo es una obligación que deberá tomarse ya que no se trata de una disputa entre derecha e izquierda, es decir, sino entre seres humanos que aceptan porque los cambios así lo imponen,  porque las sociedades, aceptémoslo o no, CAMBIAN PERMANENTEMENTE.
Persigamos a los culpables no a las víctimas, esa es la resolución que debemos apoyar.

*Doctor en economía, Docente de la UNR, Miembro del CEP

No hay comentarios:

Publicar un comentario