miércoles, 27 de octubre de 2010

EL COMPAÑERO NÉSTOR

Por Roberto O. Marra*

Me atravesó la vida cuando había casi perdido ya toda esperanza de que se hicieran realidad los sueños que me legaron mis mayores. No podré olvidar jamás su primer discurso como Presidente, que me revivió. Cada palabra, cada gesto, cada acción a partir de alli, me re-introdujeron en el mundo político al que creí que jamás regresaría.
Supo comprender como nadie desde Perón, las necesidades y sueños de nuestro Pueblo, esos que forman parte de nuestros objetivos permanentes. Sentí que la vida nos daba una nueva oportunidad a todos los argentinos de bien, y comencé a participar activamente en la construcción de esta renovada Patria Justa, Libre y Soberana. No nos defraudó nunca y, por el contrario, estuvo siempre intentando profundizar las políticas inclusivas que él mismo y luego Cristina Fernandez han sostenido. Plantándose ante los poderosos de toda índole, nos marcó para siempre la reivindicación emocionante de los derechos humanos al descolgar los cuadros de los asesinos de la última dictadura en Campo de Mayo. No sólo no dejó, tal como dijo, sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada, sino que redobló la apuesta, rechazando el ALCA, promoviendo junto a los demás Presidentes populares de Latinoamérica la creación de UNASUR, generando permanentemente politicas económicas y sociales que tuvieron siempre la inclusión de los postergados como objetivo fundamental. Se amontonan los pensamientos y los sentimientos de tal forma que sólo se puede expresar dolor. Una cosa no debe suceder: dejar de luchar por sus mismos sueños, con sus mismas convicciones, que son las de todos los trabajadores y el Pueblo. Y como dice un estadista tan grande como él para la historia de nuestra Patria Grande, gritar todos juntos: ¡Hasta la victoria...siempre!

*Asociación Desarrollo y Equidad

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