jueves, 2 de diciembre de 2021

"ANIMÉMONOS, Y VAYAN"

Imagen de "contrahegemoniaweb.com.ar"
Por Roberto Marra

Los condicionamientos no son fáciles de sobrellevar, sobre todo el de la voluminosa y ominosa deuda externa, un verdadero “prodigio” de la ingeniería financiera del Poder Real y su alter ego, el FMI. Ese nudo tan complejo debiera desatarse considerando los daños posibles, sobre todo a quienes más lo han soportado a lo largo de nuestra historia, plagada de endeudamientos ilegítimos nunca rechazados como tales. Suenan ahora cantos de sirenas, llamando a prontos arreglos con los genocidas de las finanzas, dejando de lado el hambre y la indignidad popular, para que los fugadores seriales ganen todavía un poco más.

Todo indicaría que el apuro puede ganar otra vez. Parecería que la presión mediática hegemónica puede nuevamente rendir sus frutos podridos, con otra vuelta de la tuerca miserable del empobrecimiento y el subdesarrollo. “No se pagará con el hambre del Pueblo”, se asegura. Pero todos sabemos de que van los intrincados “acuerdos” con ese organismo extorsionador de las voluntades populares.

Pero hay algo peor, y es que existe un gran sector de la población que descree de las posibilidades de ser soberanos, incluso de la necesidad de serlo. Hay una buena porción de la ciudadanía que se expresó apoyando candidaturas de personajes directamente involucrados con el endeudamiento feroz de los cuatro años con el gobierno de los ceos. Ha sobrevenido la aparición de figuras representativas de las peores sinrazones inhumanas, revulsivos, estigmatizantes y paralizadores de la razón. Un cóctel acompañado por el manifiesto desencanto de quienes han visto postergadas sus necesidades, aún cuando, provisoriamente, todavía sostengan sus pertenencias ideológicas populares, pero quietos.

Mil veces se repite aquello de la salida por arriba de los laberintos. No se trata de declamaciones, sino de mostrar un auténtico aguante a las embestidas de las corporaciones financieras supra-nacionales, a través de una expresión mayoritaria de la voluntad de oponerse al saqueo de nuestras finanzas. Plantarse ante semejante poder, sólo es compatible con la construcción de algo más que un simple frente político electoral. E irremediablemte, significa desbrozar al camino de traidores y “quintacolumnistas”, invariablemente enquistados en cuanta organización popular pretenda realizar el prodigio de la re-construcción soberana de la Nación.

Tarea para las autoridades, pero más todavía para el Pueblo, especialmente para esa militancia abandonada a su suerte, convocada nada más que para rellenar plazas y gritar consignas que luego se pierden en los cotidianos devaneos de los funcionarios que funcionan poco y mal. Otra vez habrá que cargar la mochila de la lucha generosa por una vida que se nos escapa de las manos, fruto de la incapacidad de la conducción o de la soledad a la que se la somete, con ese latiguillo incohente del “animémonos, y vayan”.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario