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La lectura de las columnas políticas del domingo, sobre todo las que
se ubican más a la derecha, muestran que la denuncia de Nisman se ha ido
deshojando como una construcción lastimosa, un "relato" berreta, que
paradójicamente tuvo una sobrevida por la muerte sorpresiva de Nisman.
La muerte de Nisman es el acontecimiento nuevo en el marco de las
disputas políticas argentinas de los últimos años. Una muerte que llevó el
conflicto a una instancia distinta de la "crispación" en la que nos
movimos habitualmente. Montada en esa muerte (o quizás con la muerte como parte
de una operación), la derecha hizo una movida golpista muy fuerte. Los
resultados no parecen haber sido los que esperaban y hoy el panorama se está
reacomodando hacia algo parecido al momento anterior de la opereta, con el
gobierno un poco magullado, pero con recursos políticos para seguir la pelea.
Nietzsche dice "lo que no me destruye, me fortalece" y eso parece
aplicar especialmente al kirchnerismo.
De la investigación queda una duda importante a despejar: si se impone
la hipótesis del suicidio, todo volverá a parecerse a la relación de fuerzas
pre muerte de Nisman. Si se vuelca hacia el homicidio, habrá que estar muy
alertas: si el golpismo mató a uno, puede tener planeado matar a otros.
Hoy, el subtexto de todas las columnas derechistas es: "no
importa si se suicidó o lo mataron, la culpa es del gobierno, sea cual fuera el
resultado". Lo que es una clara continuidad de las falacias que Nisman
presentó en el último acto de su triste vida. O sea: una voluntad de dañar sin
molestarse en armar ninguna apariencia de racionalidad. Pero este procedimiento
discursivo solo cala hondo en la minoría intensa que quiere voltear a Cristina
antes de las elecciones y para siempre. Los que se entusiasmaron cuando se
enteraron de la aparición del cadáver de Nisman porque sus recursos propiamente
políticos se habían acabado. (A propósito: la noticia de la Alianza entre Macri
y Carrió es promisoria para el FPV; pero esto tendría que desarrollarlo en otro
post).
La denuncia de Nisman, hoy ya es inocultable, resultó una payasada de la que solo el que quiere alimentarse con tóxicos puede probar un bocado. Un Superfiscal con un presupuesto multimillonario, bancado por la CIA y el MOSSAD presenta un mamotreto que parece una nota estirada de la revista Noticias. Supuestamente este mamotreto es el resultado de muchos años y no el "comienzo de algo" como quieren tranquilizarse los que todavía, muy forzadamente, intentan darle alguna entidad. El argumento de que solo se trata de una denuncia en sus momentos iniciales es tan incongruente como la denuncia misma: porque por otro lado se dice que el mamotreto es el resultado de una mega investigación de años, pero a la vez es solo una denuncia sin pruebas, o con unas pocas pruebas que contradicen lo que se denuncia. Solo los que de antemano están contra el gobierno pueden tomar en serio este bluff.
La denuncia de Nisman, hoy ya es inocultable, resultó una payasada de la que solo el que quiere alimentarse con tóxicos puede probar un bocado. Un Superfiscal con un presupuesto multimillonario, bancado por la CIA y el MOSSAD presenta un mamotreto que parece una nota estirada de la revista Noticias. Supuestamente este mamotreto es el resultado de muchos años y no el "comienzo de algo" como quieren tranquilizarse los que todavía, muy forzadamente, intentan darle alguna entidad. El argumento de que solo se trata de una denuncia en sus momentos iniciales es tan incongruente como la denuncia misma: porque por otro lado se dice que el mamotreto es el resultado de una mega investigación de años, pero a la vez es solo una denuncia sin pruebas, o con unas pocas pruebas que contradicen lo que se denuncia. Solo los que de antemano están contra el gobierno pueden tomar en serio este bluff.
El triste final de Nisman parece ser el corolario del triste desempeño
de su fiscalía, en un marco en el que durante 20 años todos los que trabajaron
para que los dos atentados quedaran impunes ahora se rasgan las vestiduras
porque "en este país no hay justicia". Las declaraciones de AMIA y
DAIA, en ese sentido, alcanzan cotas de cinismo casi inconcebibles. Bancaron
las directivas de Israel para que los atentados quedaran impunes y ahora resulta
que recién se desayunan de que la causa no avanzó y no se hacen cargo de que
ellos se encargaron especialmente para que no avanzara. En esta farsa, el
principal responsable de la parálisis de la farsa, el propio Nisman, ha pasado
a ser para AMIA y DAIA un "mártir de la verdad". Algún día la
comunidad judeo-argentina deberá sacarse de encima a esta lacra, si no quiere
convertirse en su cómplice.
¿La responsabilidad del gobierno? No haber ido a fondo a tiempo, para
quitar mucho antes las investigaciones de la esfera de la CIA/ MOSSAD y la
Embajada, para los cuales trabajaba Nisman. El gobierno tendría que haber
denunciado hace rato que la causa estaba empantanada por estas razones. ¿Por
qué no lo hizo? Porque en el ADN del kirchnerismo está el emprender una ruptura
con el estado neoliberal apoyándose en esa misma estructura que se quiere
abandonar. Una compleja dialéctica de lo Viejo y lo Nuevo. El kirchnerismo es
rechazado por su continua tendencia hacia lo Nuevo y su continua dependencia de
lo Viejo. Es una falla constitutiva.
¿Se podría ir más lejos y más rápido? Si, se podría. Pero para eso
hace falta una sociedad que empuje hacia adelante y no solo un liderazgo
impecable y a la vez astuto.
Néstor y Cristina no han sido impecables, pero la sociedad argentina (lo cual incluye a los trabajadores, sindicalistas, intelectuales, la burocracia estatal, el empresariado, los medios y los periodistas) son mucho menos que impecables
Néstor y Cristina no han sido impecables, pero la sociedad argentina (lo cual incluye a los trabajadores, sindicalistas, intelectuales, la burocracia estatal, el empresariado, los medios y los periodistas) son mucho menos que impecables
Nada está perdido, al contrario, es mucho lo avanzado si nos
comparamos con la decepción alfonsinista y la década del 90.
Pero todo lo que venga no depende de los conejos que Cristina saque de
la galera, sino de que cada uno se haga cargo de su parte. Si retrocedemos a
posiciones neoliberales que siguen imperando en el resto del mundo o
profundizamos la construcción de una verdadera democracia, ya no depende del
candidato que señale Cristina. Depende de lo que cada uno de nosotros se ponga
a hacer no en octubre, sino mañana mismo.
Y no es una metáfora. ¿Qué vas a hacer mañana a la mañana para merecer
un presente mejor, aparte de quejarte o lamentarte?
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