Hay una especie de “moda” denigrante de la palabra y las ideas, de la razón y los sentimientos, que se manifiesta en los “correos de lectores” o “comentarios” de cuanto sitio web haya dedicado a informaciones o reflexiones o transmisiones de ideas o propuestas de las más diversas índoles.
Consiste en realizar comentarios sobre lo publicado donde, lejos de promover un debate honesto, constructivo, abierto y personalizado, que busque elaborar pensamiento; sólo se trata de denostar, insultar, desvalorizar y desmoralizar a los autores o editores de las notas u opiniones, o a las personas o Instituciones mencionadas en ellas. Con ridículas poses de “superados”, estos “personajitos” empapados de soberbia y desprecio hacia el resto de la humanidad, no parecen descansar nunca en seguir cuanto sitio de noticias u opiniones existan, donde responden a todo y a todos de la misma forma engreída, ninguneando cualquier opinión ajena con palabras y frases que sin dudas extraen de una cloaca de pensamientos discriminatorios, xenófobos, facistoides e inhumanos, siempre escudados en el anonimato o encubiertos tras un seudónimo, muestra palmaria de sus cobardías e ignorancias.
Justo es decir que los sitios web de los medios más concentrados, conocidos y seguidos apañan a estos ridículos personajes, porque éstos siempre acompañan las conservadoras posiciones de esos medios antipopulares. En realidad, son la expresión soez de la posición de esos editores que se esconden siempre tras una pátina de honorabilidad y sobriedad, dejándoles los perversos “comentarios” y devaneos insultantes a sus acólitos “sub-redactores”.
Claro que estos inútiles y frustrados seres no se contentan con esos espacios cómplices de los medios concentrados. Invaden la red peor que los virus informáticos con sus denigrantes mensajes, sin dejar de atacar cuanta expresión diferente a sus oscuros pensamientos aparezca. Imaginan tal vez que pueden destruir a sus pretendidas “víctimas”. Creerán posible que sus repugnantes maneras podrán ir eliminando a sus enemigos ideológicos. Pobrecitos de neuronas y vacíos de espíritu, sólo consiguen reafirmar las convicciones que, aunque ataquen, jamás comprenderán.
*Vice-Presidente del Centro de Estudios Populares
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