domingo, 19 de septiembre de 2010

LA SEMANA INTERNACIONAL - 12 AL 18 DE SETIEMBRE DE 2010

Por Walter Paz*

Cuando se trata de descalificar a un país, el sistema dominante tiene varias herramientas a mano para hacerlo, una de ellas es el índice de riesgo país, numerito con el que nos bombardearon durante algunos años. Otra pueden ser los comunicados de la famosa Sociedad Interamericana de Prensa que hecha mantos de sombra o sospecha sobre algunas naciones acusándolas de que no hay libertad de prensa. Varias son las organizaciones de alcance mundial que nadie sabe cómo obtienen sus fondos que se dedican a catalogar si en este país u otro se respetan los DD.HH.



Todos de una u otra forma te van colgando cartelitos absolutorios o condenatorios, oh! casualidad, en varias oportunidades esas categorizaciones están relacionadas a la postura política de esa nación en cuestión respecto de los EUA o Europa o respecto de grupos económicos.

Entonces no es de extrañar que nuevamente los EUA y por tercer año consecutivo no otorguen a la hermana Bolivia “la certificación”, así se denomina a un certificado que otorgan los EE.UU. a otros países en la lucha contra el narcotráfico, una especie de certificado de buena conducta.

Ahora el compañero Evo, no es que esté buscando que se lo otorguen desde el país del norte, sino que explica que no se lo otorgan porque Bolivia desde que comenzó su presidencia, ha dejado de acatar las órdenes del imperialismo norteamericano. Y lógicamente esto es así porque la lucha antidroga es utilizada por los EE.UU. para tener injerencia en los asuntos internos de otro estado a través de organismos cono la DEA. Es decir Bolivia hasta antes de Evo tenía por así decirlo, relaciones carnales con los EE.UU.

No se lo van a dar, pero además ¿qué autoridad tienen los EE.UU., una nación con los niveles más altos de consumo de drogas, con los niveles más altos de criminalidad aún con la legislación más dura incluida la pena de muerte, con la población carcelaria más grande del mundo y con el movimiento económico más grande de dinero producto de toda la cadena productiva y comercial de la droga?

Hace dos semanas atrás traíamos a la memoria un aniversario, el del comienzo de la primera guerra del opio en setiembre de 1839, en la que el imperio de turno -el británico- le imponía a China el monopolio del opio a cañonazo limpio y a nombre de la libertad de comercio. Por estos días, el lunes salió una noticia desde la BBC acerca del vínculo de soldados británicos y canadienses con el tráfico de sustancias prohibidas utilizando medios militares, aviones de carga que vuelan directamente entre las bases del sur de Afganistán y las de Inglaterra y, que obviamente no pasan por ninguna aduana o control.

Esto no hace más que abonar el cuestionamiento existente acerca de los motivos de esta guerra, de los intereses económicos reales detrás de este conflicto. Y abona porque no es la primera vez que trasciende una noticia de este tipo.

Hace algunos meses la prensa germana develaba vínculos entre la mafia albanesa y contratistas militares privados que transportaban droga afgana. Otra, el año pasado fue sensación el artículo publicado por el The New York Times acerca de que el hermano del actual presidente Karzai era un fructífero empresario dedicado al tráfico ilícito y además recibía un sueldo de la CIA. Y hace un año y medio un general ruso también denunciaba sobre este tráfico y apuntaba a la CIA y daba cifras, US$ 50.000.000 de rédito para los yanquis por año. Otro funcionario ruso aportaba datos, los vuelos hacían escala en Turquía y Kirguizistán. Peor todavía: hace dos años casi, el periódico británico The Guardian publicaba que los ataúdes que supuestamente traían a los soldados muertos en Afganistán estaban llenos de droga.

Lo más pintoresco de todo esto es que nadie sale a desmentir nada. Y cuando uno se pregunta será así, o cómo es posible que ocurra esto siendo que supuestamente hay tantas campañas contra las drogas, es que la respuesta hay que encararlas por el lado de aquella frase: negocios son los negocios.

Y en este aspecto, el director general de la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD), Antonio María Costa dio algunos indicios, dijo que el narcotráfico y su lavado genera tanto dinero efectivo, cash, y eso es justamente lo que necesita en éstos últimos años el mercado financiero mundial que ha entrado en crisis. Ese mercado no tiene liquidez y el narconegocio sí lo tiene, y a la hora de los bifes el dinero es de un solo color: verde.

Acabamos de escuchar algunos segundos del tema “Cocek”, interpretado por la banda de Goran Bregovic, del film Underground de Kusturica. Me pareció que tenía un aire gitano, justamente, los gitanos son un tema caliente en Europa.

Pensaba que Europa ya no sería más testigo de este tipo de situación después de la Segunda Guerra Mundial” esta es una frase de una funcionaria responsable de Justicia y Derechos Fundamentales de la UE, y tiene que ver el traslado forzoso de gitanos que son expulsados de Francia pero también de otros países europeos. En la semana se dieron distintas discusiones al más alto nivel europeo, incluso a de las más duras. Una de ellas entre Durao Barroso y Sarkozy, según los trascendidos de algunos primeros mandatarios presentes en el momento de esa discusión, fue una “discusión muy viril”, muy “de machos”. Si se usan esos términos quizá haya que interpretar que volaron algunas trompadas. Deportaciones masivas, traslados forzosos, después de tantos años otra vez los gitanos. pueblo sufrido si los hay. Esto se da en la tierra de la “Igualdad, Fraternidad y Libertad”.

*Columnista del programa Sudestada,
  emitido por Radio Nacional Rosario, AM1300, Sábados de 7 a 9.30 hs.

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