jueves, 9 de enero de 2014

EL PÉNDULO DEL SEÑOR LYÓN Y LOS ELEGIDOS

Por Gustavo Daniel Barrios*

            Los hechos concretos del exterior testimoneante de una efeméride, aquello que los diarios de papel van contando, deben necesariamente erguirse o montarse sobre infraestructuras -cimientos-, que podemos llamar las raíces de la cocina secreta de toda efeméride política o social, si habláramos en este último caso por ejemplo del diagrama de fiestas para el aniversario número equis de una ciudad. En otro terreno, de tanto en tanto aparecen experiencias espeleológicas en la no ficción, que dominan tantos autores, dentro de las temáticas conspiracionales, conspiración es un significante benigno o maligno, hay de ambos tipos; que si uno revisa la no ficción, veráse que más del 90 % de los títulos no abordan el hondo hoyo conspiracional, cuando el tópico exige llegar a los lugares tenebrosos, y al hurgar en estos hoyos van apareciendo elementos macabros, de un orden, este es un problema que tienen los autores modernos en lo general, de un orden esotérico. Porque arribar a esos niveles de auscultación, distraída o conscientemente, si el detective histórico camina por esos fangales, o los bordea, la mayoría se declara automáticamente incompetente sino escéptico, o se monta en un censor enojoso e intenta desprestigiar las teorías que se le ofrecen en la investigación, en estos casos. Unos pocos autores, exiguo número dentro de los reacios cronistas modernos, aceptan el reto y dicen sí.
            El encuadre de las cumbres conspiracionales, debería visualizarse como el de una compulsa librada únicamente por elegidos, sea o no sea un día impreso en los diarios el caso que aquí va a tratarse, impreso como gran episodio conspiracional, ya que tal vez no tenga autenticidad como tal, aunque estimo muy difícil que no tenga esa autenticidad, pero si no, servirá este relato para graficar las formas que sí tienen necesariamente que tener aquellos hitos extraordinarios. Los elegidos que libran esa guerra, única e inalterable desde incontable tiempo, la que no ha cesado hasta aquí, ostentan una talla en temas de inteligencia, que les permiten comprender, siendo quizás bastante pocos en verdad, la maravilla que ha sido sintetizada a través del péndulo del señor Lyón Foucault, que remite al incesante movimiento elíptico, sincrónico y heliocéntrico de los planetas.  Conocen ellos el misterio del péndulo grande.
            Muchos de los hechos que se anuncian como hitos históricos, se tejen muchas veces con mucha anterioridad en ámbitos insospechables. Nadie se opondrá hoy a reconocer la existencia de paragobiernos, no existe forma de negarlo, empero aceptar otros modelos, intercediendo en el poder benéficamente, y -por graficar- se ubican entre los discípulos actuales de la original predicación de Pedro de Valdo, y el adeptado esenio, también vivo en la actualidad, ya resulta mucho más difícil de creer.
            Hay un caso analizable desde estas perspectivas de los campos más audaces en el estudio de la realidad, que enlaza o podría enlazar -obligándonos de antemano a ablandar los prejuicios y echar a volar la imaginación- podría ligar a Marcel Lefèbvre con Mijail Gorvachov. El obispo cismático Marcel Lefèbvre murió durante la semana santa de 1991. Iremos despacio. Mijail Gorvachov dimitió como Jefe del Soviet Supremo y de Estado de la Unión Soviética, en el día de Navidad de ese mismo año de 1991. Esto no hace nacer aun la hipótesis de un paraevento, pero la adecuación de los hechos aquí expuestos, a la hipótesis, irá madurando casi sin que nos demos cuenta.
             Estoy obligado a hacer un separador, para marcar que a nivel filosófico y científico, se me ocurre imprescindible establecer, porque puédese afirmar y débese afirmar, francamente discurriendo, y acoto que hacerlo contra los malos agoreros, y contra otros de esta clase dispuestos siempre a matar las expectativas de la gente al intentar alejar a los libres de espíritu, de una planicie de realización en la cual el caos se trasciende, decir débese entonces que ingentes porciones de la verdad, sí la conocemos, y han sido, tantas  porciones de esa masa ingente de la verdad, consagrada muchas veces en la Historia. La consagró Sócrates en su apología, vertida durante sus últimas tres horas de vida antes de morir bajo el efecto de la cicuta, según atestiguó y nos refirió más tarde su amigo. La consagraron además los que anotaron de la frontera poco distante en términos de inteligencia, entre los delfines y la especie humana, al detallar las respuestas anímicas de esas criaturas, en las experiencias más sutiles. La consagró además Nicolás Copérnico, la consagraron los geómetras griegos, la consagró Enrique Hertz. La consagraron todos aquellos que se atrevieron a reconocer, eso tan real antigüamente establecido, al decirse la simple verdad de que : "Los Gallos son los heraldos del Sol", y por lógica añadieron al instante los mismos que "Los Alguaciles son los heraldos de la lluvia", y ultimamente estos mismos se han atrevido a establecer que : "Por la destrucción de la sociedad global perpetrada en tantas ocasiones, por la línea dura -si existe otra más- del Mega Organismo Multilateral Asociado de las Finanzas, y el consecuente y firme repudio de la población víctima de él, con convicción indelegable; que esos de que hablé más arriba han establecido sobre la población que ha dejado de delegar, que esa dicha población es "El heraldo de un futuro de recursos orientados según una matriz distributiva que aplaste y condene a todo pusilánime ideólogo proclive a ceder a los directores indeseables del Club de los Oligopolios."
            Entonces articulo inmediatamente, liberados del peso de los dogmatismos enfermos y enfermantes, sabiendo que en efecto, conocemos una importante porción de la verdad filosófica y universal, digo pues, que Marcel Lefèbvre había sido quien, desde un marco anormalísimo como el de su investidura, que duró hasta el año 1988 cuando lo excomulgaron, investidura otorgada por una institución eclesial plagada de infortunios lacerantes para el común de la gente, y haciendo gala de un fervor animaláceo, dijo que "La Iglesia, está en posesión de la verdad." Ordenándonos, empezar diciendo sobre la iglesia, el  considerar que eso se descalabró también más tarde, no siendo la misma prudente nunca según conocemos de su ideología apañante de dictaduras, aunque mínimamente se mantenía en coordinación con actitudes de no subestimar a la lucidez poblacional. Y llegó la frase esta de Lefèbvre, fundador y director de la Hermandad Sacerdotal Pío 10, que ordenaba sacerdotes a pesar de la prohibición inmediata del episcopado francés ni bien comenzó a hacerlo, sufriendo la sanción del Derecho Canónico que prohíbe impartir  el sacramento sacerdotal.
            La frase de Marcel fue fascinante y espectacular por lo absurda. Además de añadirle a continuación, aunque con otras palabras dicho aquí, después de esa oración que enmudece, que esa posesión de la verdad le otorgaba a la iglesia la autoridad natural consecuente para indicar y exigir acciones de diverso tipo; y como se conoce, el ultraderechista Marcel Lefèbvre, violentamente se dedicó a excecrar al Papa Montini, Paulo 6º, a quien le negó su autenticidad Pontificial en 1976, y acerca de esto se observa cierta incoherencia, no porque no las tuviera sino que esta era de tipo intelectivo neto, ya que hablaba de inautenticidad Pontificial de un Papa, o había negado, en una Iglesia a la que le otorgaba la "posesión de la verdad". Y llegó durante el tiempo de Juan Pablo 2º, a ordenar Obispos cuando se le mantenía la prohibición A Divinis vigente, entonces el polaco le dictó la excomunión. Pero nada de esto es concluyente, porque la hipótesis hablará de una performance de este obispo, queriendo aparentar incongruencias.
            Paulo 6º, no lo conozco, no creo que haya sido tan moderno como se lo designa, ni virtuoso, pero ciertamente comparado con Marcel Lefèbvre, quien tenía predilección por dañarlo injustificadamente, lucía como Francis Bacon. Le exigía el francés a Montini, la derogación de todos los avances en materia de convaladación de libertades para los individuos humanos que Paulo 6º timoneaba al parecer por querer mantener y convalidar, y le exigía el francés a Montini otras cosas de sentido claramente anticivilizatorio, y en esto no disimuló nunca Marcel Lefèbvre el tono brutal que los grupos sucedáneos suyos emplean cuando nos escandalizan. Y Montini estuvo a punto de dictarle la excomunión, y nadie consigue explicarse cómo el italiano decidió frenarse y desistir.

            Aun parado en la dificultad de aventurarme a consolidar la hipótesis de un paraevento, que enlaza la muerte de Marcel Lefèbvre en la semana santa de 1991, y la renuncia de Mijail Gorvachov como premier el día de Navidad de ese mismo año, estoy obligado a postergar la inmersión en el torrente central, para hacer nuevamente un separador. Añado aquí la mención de unos datos, no determinantes, pero que permiten aproximarse al dicho torrente con mejor auxilio. Bien, Clemente 5º -Beltrán de Goth- sabido es por todos fue el Papa que trasladó la Santa Sede a Avignon, y junto al Rey de Francia Felipe 4º, pusiera fin a la Orden del Temple, y debe aclararse aquí que sólo le pusieron fin a la Orden formal, que había sido inherente a un poder macro de tipo cesaropapista, a la altura del Papa, el Rey de Francia, y el Rey Cristiano de Jerusalén. Este poder macro cesaropapista, fue de tal magnitud, que le permitió organizarse a los templarios luego de aquél Viernes 13, del año 1307, o desde bastante antes mejor quizá, para continuar su existencia en lo secreto, y manteniendo gran relieve en la tradición de varios países, aun hasta el siglo 20. Siguiendo con lo principal, digo que Clemente 5º fue hijo de Ida de Blanchefort, quien a la vez fue descendiente directa de Bertrand de Blanchefort, Gran Maestre de la Orden del Temple, desde el año 1156. Hombre este de gran relieve, pero quizás con algunos altibajos profundos también. Bertrand de Blanchefort fue el primero al que se le permitió ostentar el Abacus, cierta clase de báculo otorgado por Roma. El caso es que aquí hay una singularidad, porque un descendiente de un Gran Maestre del Temple, amo y señor este último en determinado tiempo, del orden religioso, militar e incluso financiero, entre el Reino Franco de Jerusalén y la Francia toda, mediando lógicamente la enorme región dominada por la antigua Bizancio, un descendiente llamado Beltrán de Goth -Clemente 5º-, junto al Rey de Francia decidió barrer a la Orden del Temple, pero de un modo o en una fecha que evidentemente le dio tiempo a los templarios para embarcar todos sus bienes en el puerto francés de La Rochelle, con destino de difícil determinación, posiblemente atenuado el Pontífice por el control cercano e inadvertido, de algún familiar suyo inmerso entre ambos poderes. La idea que trato de expresar, es la de un dispositivo, tan sutíl que en la actualidad recibe el nombre popular de "hilos invisibles", los cuales se moverían con el mismo sigilo y precisión, a como la abeja obrera extrae el polen, va a depositarlo al panal, junto a las otras, en un movimiento de millones de etapas de conjunto, que más tarde dentro del panal, -ese polen- será transformado en miel, jalea y propóleos.

            Ahora retomaré el caso Lefèbvre, en lo que atañe a cierto misterio entrevisto acerca de él, porque se ha hablado, hace de esto muchísimo tiempo, desde el último tiempo del Papa Montini, que Marcel Lefèbvre había decidido exacerbar el discurso premedieval que le era propio, de un modo tan tenebroso, es decir de un tenor orientado a cerrarle el paso a la tradición piadosa, para impedir el reingreso de esta a las entrañas de la Iglesia, pero esto dicho según a como lo hubiera calificado todo experto en materias de religión. Pero hete aquí, que según los teóricos que habían creído ver otra cosa en él, el mensaje de cada unipersonal, o performance de él era aparente, sólo aparente, si hablamos de la declaración reaccionaria inconfundible y obvia en él. Ellos decían que Marcel ejerció tanta presión al clero, ya obsoleto en lo general a nivel mundial, de un modo tan salvaje lo presionó, porque en verdad lo buscado por Lefèbvre fue debilitar mediante sus unipersonales oscurantistas, al clero raíz predominante y herirlo de gravedad; que con este método, Marcel se había propuesto obligar al clero a diseñar, si lograba hacerlo actuar por error, una doctrina que ciertamente atesorase los 16 acuerdos del Concilio Vaticano 2º que él mismo atacó con ferocidad, pero para hacer al clero actuar por error, y que este ablandase los ejes y agendas de la Iglesia, hasta hacer de esta una institución confiable para los renacentistas, quienes por su naturaleza se ubican siempre afuera de la misma obviamente. Hacerla quería, propusieron esos teóricos, torcer el rumbo, para que la Iglesia llegase a abrazar a otros, quiero evitar lugares comunes, pero quizá abrazarla con los buenos confucionistas, los discípulos de Rama, y de Hipatía, y otros.
            Así fue que, hubo personas, más bien inclinadas a creerlo a Marcel Lefèbvre, un hombre pío, a pesar de lo casi imposible de disociarlo de los malos hombres, y de lo indemostrable de todo esto hasta el día de hoy. Pero algo intentaremos dilucidar. 

            Con este maderamen en el cual plantarnos, se llega aquí a lo pendiente, o torrente central: La asociación  hipotética, entre Marcel Lefèbvre y Mijail Gorvachov. Si empezamos por creer que Gorvachov trabajó en idéntico sentido que Lefèbvre, deberíase pensar en la desarticulación del bloque fuertemente cohesionado de la Unión Soviética, y del bloque entretejido detrás del muro, que le fue propio, como una misión cuya dirección necesariamente estuvo en manos de Mijail, pero mejor pensarla a esa misión como un hecho más exterior a Moscú, a Rusia, que interior, por más que el despliegue de acciones acaeciese predominantemente adentro del territorio soviético, y se lograse lo obtenido desde los motores calientes en Moscú. Pero si la desactivación del gigante euroasiático fue más exterior a Moscú, a Rusia, que interior, aquella desactivación en el comienzo de 1992, y el ingreso a otro status jurídico y la aparición de la Comunidad de Estados Independientes, con un jefe de Estado común, para una política exterior común, y militar común, pero autonomías en lo restante; si pudiera estimarse al derrumbe de ese leviatán, como algo más exterior a Moscú, y más exterior a la Unión Soviética, haya sido así tal vez por un diagnóstico, en base al conocimiento de una vicisitud de rango ineludible e impostergable, que se haya hecho desde un nucleamiento de los mentados elegidos, e integrando la misión un plan todavía más vasto, que el propio leviatán más tarde desactivado. Quizás, una misión operante desde lo exterior, nos explica que internamente en la Unión Soviética, producir la transpiración o exudación de una fiebre, para la regeneración endógena, y trasmutar el régimen, solos adentro, y llegar a una democracia universal, habría sido certificadamente imposible de darse, y por lo tanto, una misión operante desde lo exterior, tan vasta como indetectable, hubo de diagnosticarse como el único modo de trascender el modelo incluyente de una problemática muy grande y de riesgo, cuyo salto aun busca su identidad e incluso encausamiento; pero aquello fue indudablemente grande.
            ¿Pudo haber estado Lefèbvre en ligazón con Gorvachov?
            En Marzo de 1991 arranca una vorágine de hitos, dados en un mismo país, imposibles de volver a darse. Fue en Marzo de ese año que se disuelve el núcleo o status de la estructura militar de la Unión Soviética. El 1º de Julio de ese mismo año, se pone fin al pacto de Varsovia, dando con ello bríos a lo que ya se desplegaba entre ambas Alemania, pero dando con ello bríos al resto del Este europeo. El 30 y 31 de Julio de ese mismo año de 1991, acaso dentro de la misión ya operante incluso a escala global, Gorvachov y Reagan firman el "Tratado de Reducción de Armas Estratégicas", que limitaba los vehículos y armas nucleares en ambas potencias.
            Marcel Lefèbvre muere el 25 de Marzo de ese 1991, en fecha del calendario religioso occidental, lo cual no refiere un dato  menor, si revemos que en otra fecha del calendario religioso en ese mismo año, dimite Mijail Gorvachov como Jefe de Estado, acelerando así el desmembramiento que se produjo a días. La muerte en Marzo de 1991 de Marcel Lefèbvre, atrajo la atención mundial, de una elíte de fuerzas por él controladas desde hacía muchísimo tiempo. Y llevó la muerte de él, a esas fuerzas a un parate y reflexión reverencial durante unos días, toda vez que los adherentes de Marcel Lefèbvre, veían en él sin dudas a un Redentor, a su medida un Redentor, y en la superstición que le es propia a los mismos, retiró por unos días esa energía y la atención de esta elíte en lo referente a Rusia, que iba a comenzar una retahíla de hechos, que finalmente hubieron de dar forma a un vértigo hacia la confirmación, al menos en la fachada en principio, de los modelos democráticos como acuerdo base a escala mundial, para lo futuro. Había que llegar al desmembramiento que se hizo efectivo el 1º de Enero de 1992, y para que ese desmembramiento se produjese, había que atravesar antes por otros hitos, como ese año fueron la firma del tratado Start 1, y había que disolver el Pacto de Varsovia y pilotear situaciones tremendas como el intento de golpe de Estado de Agosto de ese año de 1991, previsible intento, y había que llegar a disolver el Soviet Supremo como raíz orgánica del sistema soviético, u osamenta base, y para ello la renuncia de Mijail Gorvachov, que siendo el Jefe del Soviet y Jefe de Estado, al renunciar deja el terreno propicio a la desactivación, como se produjo al siguiente 1º de Enero, y la aparición del nuevo satus y el nuevo país.
            Según una estimación personal, que no considero insegura, Marcel Lefèbvre pudo haberse retirado del mundo de los vivos aquél 25 de Marzo de 1991,  para que los hitos se desarrollasen al punto de maduración tal, que permitiesen el nacimiento de la Unión reformada, como ocurrió el primer día de Enero de 1992.

            La presente intriga que hace converger a Marcel Lefèbvre y a Mijail Gorvachov, vierte la idea de un paraevento, o fenómeno como el acontecer de un plan que tiene asiento en la elíte de los elegidos, o parece asentarse allí. Hemos madurado, como para no ser tan tontos en creer que todo lo ocurrido en Rusia fue el producto de una operación de la CIA. Porque esas conjeturas de los pseudo-analistas políticos, quieren, insisto en decir, separar a la especie humana de toda posibilidad de admitir los despliegues mentales desde una nueva matriz cognitiva. La CIA es un organismo evidentemente dedicado a lo más profano e impuro de la sociedad a nivel mundial. Y entonces esta idea, tal vez sirva para admitir esa nueva matriz cognitiva, de modo que existan chances al menos, de llegar a otros atajos.

*Escritor

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