sábado, 2 de noviembre de 2013

EL DEBATE SOBRE EL FINANCIAMIENTO EXTERNO NO GIRA EN VACÍO

Imagen industriamilitarargentina.blogspot.com
Por Alejandro Robba*

Una de ellas es el debate sobre el endeudamiento externo, planteado siempre en términos de palomas y halcones. Es decir, los que quieren volver a los mercados externos a como dé lugar y aquellos que, antes de tocar un dólar, se cortan una mano. Pero la realidad efectiva impone lógicas que no son ni las de los medios ni las de los claustros académicos, y la responsabilidad de un gobernante que apunta a destrabar los problemas del desarrollo económico y social no es detenerse en defender posiciones irreductibles, sino avanzar en soluciones.
En términos de la disputa pública, las posiciones son mostradas como antinomias futboleras entre aquellos partidarios del "market friendly" (amigables con los "mercados") versus los estatistas seriales. Pero la realidad es más compleja y, generalmente, deja en ridículo a las posiciones envalentonadas y altisonantes de muchos a los que les gusta más hablar que hacer. En estas páginas hemos reafirmado la necesidad de precisar puntualmente la finalidad del endeudamiento externo. Si se destina al desarrollo y para sortear las trabas que nos impiden crecer sustentablemente a tasas elevadas, bienvenido, si es para financiar la fuga de capitales, que pase y no vuelva.
No obstante, si salimos del debate maniqueo, también existen miradas diferentes y superadoras. Planteemos entonces un escenario de discusión alternativo: el del "science friendly", o sea construir un ambiente amigable con la ciencia y la tecnología. Veamos algunos ejemplos. Las mismas vacas tan ajenas, que no han dejado de darnos ni leche ni carne por más de 200 años, ahora nos dan –en verdad siempre lo hicieron– gas metano. Hace pocos días el INTA informó que científicos de esa institución avanzaron en la transformación del metano que producen estos animales para convertirlo en biocombustible para uso doméstico. Noticias como estas vienen apareciendo cada vez con mayor frecuencia, pero son tomadas por los medios hegemónicos como hechos aislados y muchas veces mostradas como quijotadas de algún "inventor loco", aisladas de cualquier contexto que las promueva. En el marco de la recuperación de las agencias de ciencia y técnica, la puesta en marcha de 9 universidades nacionales nuevas, la realidad de Tecnópolis, el Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016, la repatriación de 1000 científicos y académicos y otras políticas de impacto similar, los nuevos desarrollos tecnológicos están a la orden del día. Este mismo diario, en su edición del 19 de octubre, destaca el descubrimiento de un nuevo tratamiento para VIH llamado "Gardel".
Más que las teorías del emprendedorismo y su apología del empresario individual, pujante, sajón y schumpeteriano, el revivir de ideas, proyectos y acciones se debe a una decidida acción del Estado nacional por crear un ambiente "science friendly" por encima de la mirada pequeña y excluyente a los amigos del "market".
Volviendo a los rumiantes, el proyecto de I+D (investigación y desarrollo) aplicado a la producción más importante para el despegue definitivo de Argentina hacia el desarrollo es, sin duda, el de Vaca Muerta, uno de los principales yacimientos de combustible no convencional del mundo, ubicado en la provincia de Neuquén. Es altamente probable que el futuro de nuestra nación esté atado a este plan, cuya maduración se calcula para unos 10 o 15 años, pero en el medio, será insoslayable tenerlo en cuenta para formular los planes de desarrollo de mediano plazo. En este sentido, no habría inversiones en Vaca Muerta sin la concreción de la nueva YPF.
El yacimiento se descubrió en 2010, y Repsol no había hecho mucho por invertir para ponerlo en valor, tuvo que ser la gestión pública quien relanzó el proyecto y, a su vez, revierte la caída de la producción de crudo, que en 2012 creció un 3% y que en septiembre de este año avanzó el 5,1 por ciento.
¿La expropiación de Repsol-YPF indica que el gobierno es un estatizador serial o qué la gestión española en la empresa estaba en contra de los intereses nacionales? ¿Los acuerdos con Chevron establecen un definitivo cambio de rumbo hacia el "market friendly" o responden a la necesidad de recuperar la soberanía hidrocarburíferas en pocos años?
Otra empresa pública, también de renombre mundial, INVAP, dedicada al desarrollo nuclear, aeroespacial y energético, también fue noticia en estos días, pero tampoco estuvo en las portadas de los diarios de mayor tirada, salvo por el atuendo presidencial. Se inauguró el Centro de Ensayos de Alta Tecnología, y dio comienzo a las pruebas finales del ARSAT-1, primer satélite geoestacionario de telecomunicaciones diseñado y construido por INVAP.
En estas lides sí que no hay casualidades: hace 2 años, otro satélite (el SAC-D Aquarius) construido en Argentina fue puesto en órbita desde una base en EE UU Pero no sólo las empresas públicas renacen en este nuevo ambiente “science friendly”, en el sector privado hay ejemplos diarios de nuevas inversiones y apuestas al país. Como ejemplo, un grupo de capitales nacionales inauguró una nueva planta en Chascomús donde se producirán 1500 millones de chips por año y con una inversión total de U$S 1200 millones. Será la primera planta de producción de chips de Sudamérica y abastecerá el mercado local y regional, pero para la prensa opositora lo importante versó sobre si el vicepresidente Boudou iba en helicóptero presidencial o si el empresario tuvo impedimentos o no a la hora de importar las maquinarias y equipos para el emprendimiento.
Estos ejemplos que florecen en nuestro país y que van a seguir madurando a lo largo de los próximos años son los que apalancan el proceso de desarrollo actual y le dan perspectivas de continuidad.
Esta realidad, ocultada por las tapas de diarios crispados porque a la Argentina le va bien, es la que explica los buenos resultados económicos actuales. Se tomen fuentes oficiales, privadas y hasta de organismos internacionales, el nivel de actividad supera al promedio de la región, los niveles de empleo siguen firmes, crece el consumo y la inversión y en términos de inflación no hay ningún indicio de aceleramiento, basta mirar los indicadores del Indec y también los de otras provincias. Los niveles de cobertura previsional siguen siendo los mas altos entre nuestros vecinos y los superamos en cuanto a mejora en la distribución del ingreso y a poder de compra del salario mínimo.
Es en este contexto, donde se debe introducir el debate sobre la necesidad o no del financiamiento externo y no en el vacío, porque caeremos indefectiblemente en una discusión para la tribuna.
El ambiente amigable con la ciencia, no es otra cosa que alcanzar densidad nacional desde el único lugar posible, el del desarrollo científico y tecnológico aplicado a la industria local. No es enfrentar el mercado con el Estado sino sumarlos, pero en serio, no poniendo al estado al servicio de las corporaciones. Focalizar y extender el ambiente "science friendly" en nuestro país, no es otra cosa que plantear en los hechos, la segunda fase del modelo actual de desarrollo industrial con inclusión. Es la única forma de profundizar lo conseguido y hacerlo en forma exponencial, cerrando la puerta definitivamente al pasado de crisis recurrentes y planes de estabilización excluyentes.
En los debates preelectorales se observó –a veces solapadamente– que no todos apuestan por este camino, y se nota aunque no quieran, su posicionamiento a favor del todopoderoso mercado y en contra de la planificación estatal, hasta se enojan si el BCRA pretende dirigir el crédito a la inversión productiva.
En definitiva, cuando todos ya pensábamos que el año 2000 nos iba a encontrar dominados, el proyecto político actual nos devolvió la esperanza de la unidad, la democracia en serio y del desarrollo para todos. No le aflojemos.

*Publicado en Tiempo Argentino

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