miércoles, 11 de marzo de 2020

ATAQUE DEFENSIVO

Por Roberto Marra
Hay frases que, por su contundencia y referencia metafórica, sirven para diversas ocasiones, como aquello de que “no hay mejor defensa que un buen ataque”. Este concepto parece ser el elegido por algunos representantes de la coalición gobernante hasta el 2019 en Santa Fe, para referirse al gobierno que lo sucede. Por allí transitan, con esa especial característica de los integrantes de ese “socialismo neoliberal”, que supo construirse una imagen de redentores de la libertad y la solidaridad, a través de una serie de machacantes idealizaciones de sus acciones de gobierno, una especie de “dibujo” de la realidad que vendían con una gran ayuda mediática protectora.
Ahora, cuando los resultados de sus adhesiones a las peores concepciones ideológicas neoliberales estallaron ya ante los santafesinos, saben envolver esos “caramelos amargos” con fraseologías que intentan denigrar a sus oponentes ideológicos, para salvar sus propias responsabilidades en la construcción de una pobreza y marginación que apabulla a la sociedad de una de las provincias más ricas del País. Tanto como la intimida el accionar mafioso de las bandas del narcotráfico que nunca combatieron más que con discursos incoherentes con los hechos.
Y no es que no haya podido haber dirigentes honestos dentro de esa fuerza política, pero ellos no son los que hemos visto desarrollar preeminencias en sus filas, sino a esos otros que fueron convertidos inexplicablemente en “conductores” de ese extraño proceso de virtudes virtuales, poco conectadas con los sucesos que provocaban sus acciones ejecutivas. Más bien ha sido una especie de competencia permanente entre unos pocos para dirimir liderazgos, elevando cada tanto alguna figura de recambio a la consideración pública, cuando ya nadie soportaba la continuidad de esas arengas vacías y la parafernalia comunicacional acostumbrada desde la multitud de medios “amigos”... de las gruesas pautas publicitarias.
Regresando a la frase del ataque como defensa, aparecen defenestradores varios (y no solo “socialistas”) que nos avisan que no votarán tales o cuales proyectos de leyes, empujando al nuevo gobierno contra la pared de la inacción, hacia el camino de su derrota anticipada, porque para destacarse, necesitan rivales que nada puedan hacer. Al palabrerío acostumbrado de esos dirigentes ahora opositores, se le debe sumar la acción degradante de las funciones que debieran cumplir por parte de muchos empleados jerárquicos que dejaron amarrados a sus sillones las gestiones del Frente “Progresista”, una especie de “caballo (más bien, tropilla) de troya” que se convierte en una máquina de impedir o trabar los cambios que el nuevo gobierno desee realizar.
También, hay que decirlo, algunos de los actos del nuevo gobierno distan de ser efectivos para enfrentar lo que, se sabía con certeza, iba a suceder. Además, se muestra poco ágil para comunicar correctamente sus argumentos, arrinconándose en la victimización, otro punto a favor de los intereses que mueven a sus rivales políticos para destrozar las que puedan ser buenas intenciones gubernamentales.
La vehemencia lógica con la que se manifiesta el nuevo Ministro de Seguridad, ha sido aprovechada negativamente por los culposos integrantes del gobierno precedente, contando para ello (otra vez) con periodistas que hacen de “fiscales” de sus contundentes definiciones, exponiéndolo como un “exaltado”, hablando de “ira” o “violencia verbal”, mientras las calles de Rosario y Santa Fe se manchan con sangre real de decenas de víctimas reales de esas mafias que nadie parece poder contener.
Mientras miles de millones de dólares siguen circulando subrepticiamente por los puertos y otros cuantos lavándose en lujosas urbanizaciones vacías, a la vista de cualquiera se producen y reproducen hechos delictivos que involucran a los protegidos de la gestión anterior. También a empresarios de “alta consideración” social y baja condición moral, “donantes” de prebendas que llenaron bolsillos y callaron voces, protectores “anónimos” de “negocios” con más rinde que la soja. Pero ni aún con semejantes “amigos” (o tal vez por eso mismo) pudieron, los gobiernos del falso “socialismo”, evitar el desastre económico y financiero en la Provincia.
Ahora solo les valdrá seguir con ese “buen ataque” que hará las veces de defensa de sus pobres gestiones. Aferrados a algún hospital que construyeron, atados a un diccionario inalterable repleto de palabreríos insulsos y apelaciones al gorilismo que los sustenta ideológicamente, continuarán haciendo daño, promoviendo retrasos y poniendo zancadillas, único método que les queda para tapar los horrores cometidos e intentar volver algún día, si el olvido popular se consolida y la reacción esperable del nuevo gobierno continúa buscando soluciones solo en fórmulas contables, más que en el protagonismo de quien le otorgara el único voto de confianza que vale: el del Pueblo santafesino.

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