Por Walter Paz*
CEP
Nos guste o no este mundo capitalista es el mundo en el que vivimos, y tiene algunas señas particulares. Señas o características adoptadas en las últimas décadas, marketing, recursos humanos, relaciones públicas, y otras más. Y ya están incorporadas en nuestras cabezas, son parte del paisaje.
Las publicidades nos abren los ojos varias veces nos deslumbran, pero cuando lo repensamos un poquito, caemos en la cuenta de que tal bebida no le da más vida a tu vivir, cierta marca de auto no va a producir una catarata de mujeres que se pelean por lograr un acercamiento a quien tenga ese auto, y cosas por el estilo. La publicidad es un ardid muy propio del sistema capitalista en el que vivimos, está en nosotros saber separar la paja del trigo, claro que no es fácil cuando ese mismo sistema se ha encargado por décadas de moldear nuestras cabezas a gusto y piaccere, o de deformarlas.
Mucha gente cree auténticamente que el FMI, o el Banco Mundial va a ayudar a Grecia o a España o Portugal. Las imágenes televisivas muestran los ingentes esfuerzos de naves y personal a bordo, todo coordinado por la British Petroleum en su afán por detener el escape de crudo allá en las profundidades, a casi un kilómetro y medio bajo el mar. Notorios personajes norteamericanos en su momento, y hasta hace cinco meses atrás en Europa vaticinaban no el fin de la crisis financiera mundial, sino una reactivación a toda marcha en sus respectivos países.
Pero, los dueños del dinero son los dueños de la prensa o mejor dicho los dueños de esa parafernalia constituida por cadenas mundiales de desinformación, y que son el sustento mediático del sistema capitalista.
Entonces, son ellos mismos los que en su momento ayudaron y varias veces hasta obligaron a endeudarse a esos Estados que hoy se debaten en la crisis total, sin embargo al ser los dueños de la prensa mundial se auto-presentan cono salvadores. Que uno sepa un salvador salva a otro y luego se retira sin pedir nada a cambio, casi sin aceptar un “gracias”. Estos salvadores son totalmente distintos, le dan a Grecia, a Irlanda y otros países sumas fabulosas de dinero, en realidad son operaciones electrónicas, los pobres griegos no ven un mango, pero, a devolver en tantos años, a tal porcentaje y siempre y cuando el salvado cumpla con un sinnúmero de exigencias, ¡si lo sabremos nosotros!
El común de la gente no tiene el conocimiento necesario para abarcar en su cabeza la verdadera dimensión de un escape de crudo ocurrido a tantos metros de profundidad, el influjo de las corrientes marinas y las temperaturas y la cantidad de especies animales y vegetales afectadas, eso es materia de especialistas. Ojalá todos conociéramos más sobre este tipo de cosas, así nos daríamos cuenta de que en estos momentos los esfuerzos de la BP están centrados en que la mancha de crudo -que ya tiene un tamaño similar a la mitad de la Provincia de Tucumán- se mantenga en el fondo, es decir que la mancha no se vea. Con el tiempo todos se irán dando cuenta de la merma en las especies vegetales o animales, de a poco burbujas de crudo llegarán a alguna costa lejana, pero el impacto ya no será el mismo. Hay que salvar la imagen pública de la empresa Mientras suenan y resuenan todavía los anuncios con toda pompa a los accionistas de British Petroleum, apenas días después de la explosión e incendio de la plataforma que iniciara esta hecatombe, los anuncios de que los beneficios del primer trimestre de este 2010 se habían duplicado respecto a los beneficios de igual período del pasado 2009. En definitiva, si hay mancha que no se note.
De igual manera pero del otro lado del Atlántico, se habla y se escriben ríos de tinta sobre la crisis, pero en realidad el discurso se despersonaliza. Eventualmente se habla de un estado irresponsable y ahí se termina todo, porque ya está determinado que sean los Pueblos los que soporten el peso de la debacle, a lo sumo, algunos gobernantes se rebajan un poco el sueldo. Pero no es lo mismo que se rebaje un 15% el sueldo de un trabajador a que se rebaje un 15% el sueldo de un Primer Ministro. Ya que estamos Zapatero, jefe de gobierno de España gana por mes casi 8000 euros, con la reducción salarial del 15% que el mismo se impone, seguro que no le va a alcanzar la plata, pobre Zapatero.
Pero el capitalismo no es solamente números y billetes, también es guerra. Guerras inventadas para buscar inexistentes armas de destrucción masiva en Irak, en realidad para entrar a ese país milenario y saquearle su bien más preciado, el petróleo. Como dueños de dinero que son y dueños de la prensa mundial, las tropas yanquis fueron precedidas por una campaña mediática que los pintó como libertadores. Las crisis de las finanzas en 2008 en territorio yanqui afectó a bancos, financieras, inmobiliarias y ciudadanos comunes y corrientes, el Estado norteamericano como es de público conocimiento, socorrió urgentemente al sistema financiero, y la gente que se la aguante. Pero el complejo militar-industrial en ningún momento se vio alcanzado por esa crisis. No se cayó ningún contrato de carácter militar, al contrario de las políticas de ajustes, las erogaciones bélicas siguen aumentando, es un buen botón de muestra, el ajuste es para el laburante yanqui, no para el empresario vinculado al Pentágono.
Y ese capitalismo que ve el fondo del barril de petróleo, porque las existencias mundiales se acaban, busca readecuarse como sea, incluso con nuevas formas de colonialismo. Francia desde hace años, pero especialmente en estos últimos años está apostando con mucha fuerza a la energía nuclear. Por estos días, la prensa francesa se explaya sobre un tratado argelino-francés para transportar por tierra uranio extraído de Níger.
En la Conferencia Internacional de Paris sobre energía nuclear realizada en marzo de este año, salieron varios datos, por ejemplo: en un corto plazo en todo el planeta se van a construir 480 centrales nucleares, China tiene en vista casi 30, la India casi 20 centrales. Francia tiene ahora 58 centrales nucleares en funcionamiento y necesita más, pero también precisa asegurar sus fuentes de suministro, de uranio en este caso. Ergo el país galo está empeñado en tener una política de injerencia en Níger y otros países africanos. Varias veces hemos mencionado a África como un reservorio de riquezas naturales, y a sus actuales problemas de guerras, hambrunas, matanzas, etc. como producto de las intervenciones políticas, militares y económicas en el continente negro por parte de potencias foráneas.
Ahí nomás está pendiendo la espada de Damocles sobre la República Islámica de Irán, quizás la próxima víctima de esa conjura capitalista que no permite el ejercicio soberano de los Pueblos, en este caso el derecho de una nación del Tercer Mundo a tener su propio desarrollo tecnológico. Cuatro o cinco meses atrás, el imperialismo yanqui, varios países europeos y Rusia barajaban la propuesta a Irán de que enriqueciera su uranio en un tercer país. Eso mismo es lo que logró el Presidente del Brasil Lula hace días tras su visita a algunos estados del Golfo Pérsico, que Irán enriqueciera su uranio en Turquía, sin embargo, ahora aquellos mismos países no quieren eso mismo que habían propuesto meses atrás. Mientras la parafernalia mediática sigue instalando que el malo de la película son los herederos del Imperio Persa, y nada dicen que son los demás los que están forrados de armas nucleares.
Frente a ese panorama, de imposición de recetas de ajustes contra los Pueblos, nada mejor que lograr una integración económica en nuestro continente. Frente al saqueo de recursos naturales nada mejor que unirnos para defenderlos. Frente a la mentira organizada a escala mundial emanada de las cadenas desinformativas, nada mejor que crear nuestras propias agencias informativas como TELESUR o una mayor democratización de los medios. Latinoamérica cumple 200 años, la foto si se la puede caracterizar así, en la que las principales visitas en este cumpleaños de la Patria son los primeros mandatarios de los Estados hermanos de Latinoamérica, y no aquella amarillenta foto del centenario donde las principales visitas eran duques, infantas y magnates europeos que venían a ver cuán bien funcionaba la perla más preciada de la corona británica, cuando éramos el granero del mundo pero teníamos un pueblo con hambre. Esta foto del 2010, la foto de la integración continental nos deja muy optimistas para el presente y para el futuro.
*Columna del Programa Sudestada
Radio Nacional Rosario AM1300
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