Por Walter Paz*
A veces uno hace referencia al bloque europeo o la Unión Europea como caso testigo de un mundo que transita la senda de las integraciones, de todos modos, es bueno aclarar que existen diferencias entre ese bloque y el nuestro: Latinoamérica.
El proceso de unificación del viejo continente comenzó después de casi innumerables guerras, y no nos quedemos con las últimas dos, allí nace la unidad de Europa. En cambio, por estas latitudes y tomando como un primer límite cronológico, el estallido de revoluciones que rompían definitivamente los lazos con el Imperio Español, Latinoamérica nació prácticamente unida, como un solo bloque que al cumplirse la primera mitad del siglo IXX vio derrumbarse ese sueño primigenio al que siempre hacemos referencia, el sueño de San Martín, de Bolívar, Artigas, Sucre y tantos.
Es decir, nuestro bloque nació casi unido y hoy busca reconstruir esa unidad, esa identidad y los objetivos comunes que otrora tuvimos, en cambio Europa nace como proceso de reconciliación.
Esa reconstrucción está hoy en manos de Néstor Kirchner, al menos por un año. Para nuestra Nación es un orgullo que un compatriota haya sido electo y sobre todo por unanimidad. En el término de casi 200 años, nunca habíamos vivido esto: tener un organismo propio, no armado desde afuera. Nunca habíamos vivido la integración desde nosotros mismos, y no esas integraciones en la que nos juntaban desde afuera, llámese OEA, el TIAR, o lo más reciente: el ALCA.
Esto es histórico, no todos los días se cumplen 200 años, pero, siempre hay un pero… la cadena de medios desinformativa optó por torcer el ángulo de la información, llegaron a decir de los Presidentes presentes, por tomar un ejemplo, que “Lula no dijo nada”, el ninguneo. Ahora inventaron una polémica, si Kirchner debería renunciar a su banca. Respecto al ninguneo, también es histórico.
En realidad, hay que llamar a las cosas por su nombre, ese desprecio, esa actitud insultante que hoy tienen los medios que integran ese monopolio desinformante, de ignorar a los millones de ciudadanos votantes y que optaron en el 2007 por una Presidente que se llama Cristina. Ese desprecio es muy similar al desprecio que tenían Sarmiento y Bartolomé Mitre en la segunda mitad del S. IXX cuando hablaban de Buenos Aires y los 13 ranchos refiriéndose a las Provincias. Y si la sangre de gaucho sirve para regar la tierra, la célebre frase de una bestia como Sarmiento, sólo hay que imaginarse el desprecio a los demás Pueblos del Continente que han tenido y tienen estos oligarcas, amantes de todo lo sajón y del glamour francés.
Y como el enfrentamiento que se vive en la Argentina, es el enfrentamiento de dos proyectos diferentes, es decir, se trata de un enfrentamiento en serio, así lo entienden los que constituyen el poder económico y por lo tanto, en la tarea desinformativa también se ocupan de castigar lo que ocurre más allá de nuestros límites, hoy el blanco favorito es Venezuela, pero hay palos también para Ecuador y Bolivia. El enemigo no se equivoca y ataca en bloque. Así como no quiere la redistribución de la riqueza que impulsa este gobierno, tampoco quiere unidad latinoamericana.
No quiere renacionalizaciones, no quiere reconstrucciones del aparato del Estado, no quiere gobiernos que fomenten la Justicia Social. Entonces Néstor tiene una tarea ciclópea, tiene que inventar o innovar, como primer paso a lograr la institucionalización de UNASUR, llevar a buen puerto ideas que hasta ahora son ideas, como el Banco del Sur, encarar un proyecto energético que aproveche nuestra riqueza en recursos naturales y al mismo tiempo llegue a todos los rincones del Continente.
Utilizamos los vocablos ciclópeo y enemigo, y no es exagerado usarlos, porque ahí nomás, a la vuelta de la esquina están las pruebas palpables de que hay proyectos iguales a los que nos llevaron al estallido del 2001 y que no han desaparecido.
Por un lado Honduras, bienvenida sea la postura de UNASUR de no admitir al gobierno trucho de Porfirio Lobo en las próximas reuniones entre Latinoamérica y la Unión Europea, gobierno surgido de unas elecciones con proscripciones y nacido de un gobierno golpista, el golpe del 28 de junio de 2009 en Tegucigalpa.
Y por otro Grecia, con la renovada presencia del FMI y de sus recetas de ajuste, las mismas que sufrimos nosotros durante tantos años, préstamos, deuda externa y fondos buitres, todo eso revolotea sobre Grecia, pero también sobre España, Portugal e Irlanda. Y al respecto, produce asco la actitud del monopolio desinformativo y puntualmente de alguna de sus caras visibles como Marcelo Bonelli que manijean unas noticias en las que la Argentina sería expulsada del seno del G20 por no permitir inspecciones del FMI y otros sobre nuestra economía. Cipayos siempre los hubo en nuestra joven historia de 200 años, y parece que los sigue habiendo.
*Columna semanal en el Programa Sudestada
emitido por Radio Nacional Rosario - AM1300
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