miércoles, 30 de marzo de 2011

LA LIGA ROMANCE DE LOS PAISES PLURINACIONALES

Por Gustavo Barrios*
(Colaboró Walter Paz)

El nutrido universo de los poetas latinoamericanos, en el canto a su tierra, con fortísima filiación pannacional dentro de los folklores nuestros, ya sea cercano al istmo centroamericano, cercano a la cuenca del Orinoco, cercano al delta del Paraná, en el Plata, el Pilcomayo, en Chile, confirman el alto honor que a lo largo de décadas y décadas de decir poético se tiene por vivir en coordenadas fraternas. Antes el común de la gente sentía que Quito o Caracas o Guatemala estaban lejos, pero lo que continuaba era la captación del poeta que siempre se percató de la unidad en la complejidad. Y hoy el común de la gente comprende la noción de proximidad también.
Simón Bolívar organiza y efectúa, el 22 de Junio de 1826, la “Reunión de representantes latinoamericanos”, en Panamá. El propósito era la formación de una Federación de países -capitanías y virreinatos- que se habían independizado de España. Esta proyectada Federación prepararía una forma mancomunada de enfrentar la agresión europea, resistente por entonces, y evidentemente otros entonces más.

Se reunieron los países de Gran Colombia, Méjico, Guatemala y Perú. No asistieron Argentina y Chile. Estuvieron además un delegado de Estados Unidos, un observador inglés, y un agente de los Países Bajos, astuta o desinteresadamente, sin formar el pleno de la reunión.

La frustración de este fiasco que es la OEA, inútil a nuestros intereses, tuvo un antecedente en la reunión de Panamá. La asamblea resultó infructuosa debido a muchos desacuerdos, pero la consigna quedó abierta, a pesar de que el documento emergido de allí pronto se diluyó. Hoy se prevé una nueva organización y sigla, hasta Méjico, además de la puesta en marcha del Banco del Sur, y por su puesto mantener vigentes la UNASUR, RÍO y MERCOSUR. Bolívar, luego de la de 1826 intentó formar Federaciones más pequeñas aunque también fracasó. Pero lo que comienza tan temprano un día habrá de fructificar. Hoy la UNASUR es un orgullo regional.

Juan Domingo Perón inventa el concepto internacional de Tercera Posición. Esto comienza cuando él es vicepresidente y empieza a cerrarse la Segunda Guerra Mundial. La neutralidad no era otra cosa que repugnar de hacer concesiones a Winston Leonardo Spencer Churchill, un depredador que desde 1943 tenía deseos de cortar las alas argentinas, y por eso se demoraba la declaración de guerra al EJE. Finalmente el gobierno del GOU le declara la guerra a Alemania y Japón, aunque este gobierno conservaba el espíritu de neutralidad. Pero estoy obligado a separar a Franklin Roosevelt del anterior.

Luego nace el concepto de Tercera Posición de Perón. Él propone escindirse de los dos grandes bloques que parten el mundo, soviético y anglo-americano. La Tercera Posición es un fundamento peronista, que reza que ambos polos antagónicos son explotación de los hombres. Curiosamente, el neoliberalismo naciente, y el comunismo argentino de entonces y el socialismo argentino, se fusionan bajo la tutela de Spruille Braden, en la Unión Democrática, para enfrentar al primer peronismo. Perón plantea que para obtener la paz nacional, es menester anular los extremismos , capitalista y totalitario, de derecha o de izquierda, reemplazando los sistemas de lucha por el de colaboración. Propone en el contexto internacional abandonar los antagonismos para crear la conciencia mundial de que el hombre está sobre los sistemas, no aceptando la destrucción de la especie por el holocausto de ambas hegemonías.

Creo que la Tercera Posición es la UNASUR, el proyectado Banco del Sur y la proyectada nueva sigla americana hasta Méjico.

Y así llegamos a Sara Palin, un flagelo de estos días. Me pregunto por qué odia tanto a la humanidad esta mujer de Alaska. Este megalosaurio de Palin alentó la matanza, en forma irónica, de aquellos legisladores que apoyaban el original programa-borrador de la reforma en salud, y que finalmente votaron claro la acotada ley. Este seguro de salud ampliado hablaría de salvar vidas, en síntesis, y Sara Palin se expresó -¿irónicamente?- de matar a los legisladores que apoyaron dicho proyecto desde el principio y lo votaron. Esta mujer también propone recuperar el liderazgo, al nivel de lo que hubiese sido abrir el tercer frente, o sea atacar a Irán, y quizás hasta un cuarto como podría ser Corea del Norte. Sara Palin propone más guerra, más imperio, más muerte.

Yo propongo suprimir el poder político de esta mujer. Y hacerlo desde algún Tribunal de Justicia de esta parte del mundo, como podría ser Argentina o Brasil, por alentar ella crímenes contra la humanidad. Podríamos encarnar un ratito el ser comunitario, de la reserva moral de la humanidad, sabiendo que eso está en todas partes y en ninguna, pero creerlo, y utilizar la Justicia sin Fronteras para dar un vuelco anímico, fuera del país, a estos días locos.

*Integrante del Centro de Estudios Populares

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