martes, 17 de junio de 2025

CAMBIO DE ROLES

Por Roberto Marra

En el teatro y el cine, hay actores principales y actores de reparto. Los protagonismos de los primeros se destacan porque llevan el peso de los roles que fundamentan los guiones, sobresalen del resto porque sus figuras permanecen por mayor tiempo frente a las cámaras o el público. Sin embargo, sin los actores de reparto, aunque se les tenga menos en cuenta a la hora de valorar la obra en cuestión, no sería posible realizarla. Sus protagonismos son, pese a sus limitaciones temporales, los que hacen posible que se complete el mensaje, tengan un correlato de certezas las expresiones de las “estrellas” que atraen al público, se anuden con las que generen los menos conocidos y terminen por componer el sentido final de la obra.

miércoles, 11 de junio de 2025

RECONQUISTAR LA ALEGRÍA

Por Roberto Marra

La alegría es un sentimiento que se desata en las personas cuando repercute en ellas, hechos, o imágenes, o palabras, que sienten como positivas, animosas para sus espíritus, vislumbrantes de futuros felices o presentes entusiasmantes. Claro que semejantes goces no siempre coinciden realmente con los sucesos que les impactan a esas personas. Muchas veces dependen de la manera en que los comprenden, del modo en que estén involucrados en los temas que les generan esas alegrías, de la ideología de la que están imbuidos y que les hace repercutir en sus almas.

viernes, 6 de junio de 2025

LA PERVERSIÓN TRIUNFANTE

Por Roberto Marra

La perversión está teniendo buena prensa por estos tiempos. En realidad, desde hace demasiado. Los perversos se han adueñado de “la verdad”, la exclusiva, la determinante de razones incoherentes con sus discursos, pero extraordinariamente persuasivas hacia las masas que navegan por la vida sin otro destino que servir a estos autoasumidos “amos de las consciencias”. Se escuchan, se leen y se ven, con total desaprensión por parte de la mayoría absoluta de las personas, los actos más aberrantes como si fueran “necesarios”. Se transmiten, como si se tratara de simples series televisivas, las bestialidades más procaces, las brutalidades más ofensivas de la condición humana, consumidas como hamburguesas y papas fritas de otra “cajita feliz”, otro engaño estomacal para hacernos creer que estamos alimentándonos de verdad, cuando sólo estamos anulando nuestra condición de seres racionales.