Reducidores de cabeza siglo XXI
Por Manuel Freytas*
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica.
Publicado en "Redacción Popular "
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Por Manuel Freytas*
Tu cabeza es el mercado; Internet y
la nueva comunicación. En la Internet, todo se resuelve con un clic. Con
un clic navegas, con un clic votas, con un clic consumes, con un clic
encuentras amigos, con un clic haces el amor, con un clic te separas, y
con un clic te reciclas en un robot comunicado por no más de 140
caracteres. El sistema quiere que tu cabeza sea la prolongación de tu
celular: Que te conviertas en un glamoroso "mensajito de texto"
viviente.
La realidad de la mente humana, programada y formada por el sistema
capitalista, está diseñada como un gran mercado para consumir.
Un día el individuo-consumista-masa (femenino-masculino) se despertó y dijo: Miro la televisión y luego existo. Y otro día, se despertó y dijo: Utilizo la Internet y solo existo por el ciberespacio.
Algo así como: Primero me gradúo de robot consumista por la TV pasiva, y
luego curso el postgrado virtual por la Internet interactiva y sin
fronteras.
Sin saberlo, un día, los humanos parlantes ingresamos a la era del
"homo videns" televisivo, finalmente proyectado (y realizado) a través
de las ondas del ciberespacio desplegadas como una gran telaraña de
cerebros virtualizados.
Los señores del dinero y del mercado, para extender una sucursal
informática de sus negocios, ahora apuestan por el "pensamiento
virtual"... "Miro TV, y luego existo", continua siendo el axioma del robot humano
programado masivamente por la TV. "Chateo, navego y me hago universal",
es el eslogan impuesto en la cabeza del individuo virtual que usa la
compu como novedoso y ultísimo medio de realización y de convivencia
social.
Matemáticamente considerada, Internet es solo una sucursal informatizada (mejorada y sintetizada) del mercado televisivo.
En la TV, la vida y la posibilidades se resumen en un control remoto. En
la Internet, todo se resuelve con un clic. Con un clic navegas, con un
clic votas, con un clic consumes, con un clic encuentras amigos, con un
clic haces el amor, con un clic te encuentras, con un clic haces un
hijo, con un clic te separas, y con un clic te reciclas en un robot
comunicado por no más de 140 caracteres.
El sistema quiere que tu cabeza sea la prolongación de tu celular: Que te conviertas en un "mensajito de texto" viviente.
La Internet quiere que hables cortito, que escribas cortito, y que
pienses cortito. Que te integres (al mercado) sin conflicto y a imagen y
semejanza de un SMS de consumo rápido y sin tiempo para la digestión de
ideas.
Los señores del dinero y del mercado quieren que tu cabeza informatizada
se actualice permanentemente en títulos, volantas, y párrafos cortitos
que se resuman en un axioma central: Voto y consumo a través de un
clic.
Quieren que seas un ente virtual automatizado, sin contexto, sin
historia, sin relación ni causalidad entre acontecimiento y
acontecimiento. Te quieren tabicado, nivelado como un ladrillo
incomunicado que cree que se comunica con el más allá.
El sistema te quiere convertido en un disparador de "ondas positivas",
en un "mensajito de texto" sin historia, que no levanta olas ni se
interroga sobre qué somos, porqué somos, para qué estamos y de dónde
venimos.
Y te crea la culpa del texto largo (fuera de moda) que rompe la magia
del "pensamiento fashion" elaborado sinteticamente con la velocidad de
un clic.
No tienes que reflexionar, eso es del pasado : El mercado informatizado
está diseñado en forma automática para pensar por ti, los productos ya
están elaborados y procesados, solo tienes que hacer un clic para
acceder a la góndola del "pensamiento virtual".
Las ofertas son infinitas: Todas están contenidas en un segmento del
mercado al alcance de un clic. Buscar amigos, buscar pareja, buscar
marketing empresarial o individual, todo está a tu alcance con solo
cliquear en un casillero.
¿Y sabes porqué?
El mundo globalizado del capitalismo sin fronteras no está diseñado para
pensar, sino para consumir productos. La identidad social no se valora
por las ideas, sino por la capacidad de consumir productos.
Todo nace, se trasforma y muere dentro del mercado. El mercado normatiza
nuestras ideas, programa nuestras emociones, regula nuestros
sentimientos, socializa nuestra existencia, programa nuestra conducta y
nos confiere status de "incluidos" o "excluidos" dentro del sistema
Casa, ropa, autos, viajes sin fronteras, capacidad financiera, símbolos
estatutarios del poder económico, y no las ideas, definen tu identidad
social en la pirámide.
Los señores del dinero sin fronteras buscan que uses la herramienta
Internet, no para transformar tu realidad, sino para insertarte dentro
del mundo globalizado tal cual es: Un paraíso empresarial de la sociedad
de consumo capitalista.
El sistema quiere que te recicles, que te reconviertas en un prolijo
"mensajito de texto", en una sumatoria de individualidades autistas
programadas para consumir. Y sin que pienses ni sientas culpas por los
3000 millones de humanos (los pobres e indigentes) expulsados del
mercado por carencia de dinero para consumir.
Todo te viene resuelto, empaquetado, prolijamente automatizado para que no pienses por ti mismo.
La tecnología informática es la nueva panacea de la universalidad sin
limites , solo con un clic (y sin haber tomado ningún avión) te
conviertes en ciudadano virtual de un mundo sin fronteras.
De pronto (con Bill Gates como Cristóbal Colón) nació el mundo del
"individuo virtual", a tono con la "burbuja virtual" que recicló el
planeta convertido en una gran "economía de papel" con riquezas
expoliadas financieramente y transferidas por computadora.
En ese escenario, la Internet no es nada más que una continuidad del mercado por otras vías.
Para el sistema, en definitiva, ya no eres nada más que una "célula
consumista virtualizada", una terminal del mercado "sin fronteras" que
los bancos y empresa trasnacionales diseñan para dividir y comerse el
mundo en fetas de "mercado segmentado"
Por medio de la maravilla del clic, las mismas empresas capitalistas,
que habían construido la "burbuja virtual" en Wall Street, ahora
construyeron la "burbuja comunicacional" con tu cerebro como variable de
ajuste.
Así como la "economía virtual" sustituyó el dinero efectivo por papeles
de deuda sin ningún valor, el "pensamiento virtual" vació las cabezas de
pensamiento reflexivo, y las convirtió en un cajero automático chatarra
del consumo express.
Por eso, entre otras cosas, el sistema quieres que escribas cortito, que
pienses cortito, y te entregues (sin pensamiento crítico) a los brazos
liberadores del "clic sin fronteras".
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica.
Publicado en "Redacción Popular "
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