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lunes, 5 de diciembre de 2011

LA SEMANA INTERNACIONAL - 27 DE NOVIEMBRE AL 3 DE DICIEMBRE DE 2011


Por Walter Paz*

Todos coinciden, todos quiere decir, los primeros mandatarios de los estados latinoamericanos y del caribe presentes en la hermana Venezuela, coinciden en decir que la cumbre de la CELAC es el hecho político más importante de los últimos 100 años en la historia regional. Y no deja de ser cierto si uno mira nuestra joven historia.
El nacimiento de la CELAC la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe es producto de una época, un tiempo en el que han coincidido una serie de dirigentes con conciencia patriótica, conciencia social y sobre todo con conciencia latinoamericana, y también producto de una lucha popular que viene de lejos y se entronca con nuestros padres de la Patria Grande.

Así como vemos desde Argentina, cómo vivimos un tiempo en el que descubrimos que se puede vivir mejor, que frenamos la caída continua que significaron los casi 30 años de liberalismo, por acotarlo un poco en el tiempo, en los demás estados vecinos también se experimenta la misma sensación, la posibilidad de recuperar el tiempo, todo ese tiempo en el que vivimos postergados, empobrecidos en una de las regiones más ricas del planeta. Falta mucho, porque casi un tercio de los 570.000.000 de latinoamericanos vive todavía en la pobreza, muchos de ellos no tienen un techo en una tierra que abarca virtualmente 20.500.000 de kilómetros cuadrados. Aún así, continúa un crecimiento sostenido en medio de un planeta que sufre una recesión, una contracción económica producto de una de las ideologías más brutales que se ha expandido y domina parte del mundo desde hace unos 300 años o más, el capitalismo.

Pasamos revista para conocernos un poquito más, quienes somos, desde el Polo Sur hasta el Río Grande el límite norte de México. Además de Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Guyana, Surinam y la Argentina que ya formamos la UNASUR, también están México, Guatemala, Belice, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá, estos en la parte continental a los que hay que sumar los estados insulares como Cuba, Haití, Costa Rica, Jamaica, Trinidad y Tobago, San Vicente y las Granadinas, la Federación de San Cristóbal y Nieves, Barbados, Santa Lucía, Grenada, Mancomunidad de Dominica, Antigua y Barbuda y la Mancomunidad de las Bahamas. No forman parte Puerto Rico porque es una colonia más de los EUA y la Guayana francesa, todavía un enclave colonial francés. Y obviamente, tampoco los EUA y el Canadá.

Un total de 33 estados son la CELAC y que muchos aspiramos a que remplace de una vez por todas a la OEA, invento norteamericano de posguerra que nunca se ocupó ni defendió los intereses de América Latina. Esta integración “no es contra nadie” como lo dijo nuestra Presidenta Cristina, sino “a favor nuestro”. También dijo otras cosas, por ejemplo pidió que se reconsidere el comercio intrarregional, es decir que nuestros estados comercien más, mucho más entre nosotros y menos con Europa, los EUA o Asia, en realidad hizo extensiva una decisión de la UNASUR que apunta a la integración, al alejamiento de la crisis económicas que se vive en otras latitudes y que apunta a construir un camino de Liberación.

Y dentro de este gigantesco bloque desde ya que la bandera la lleva la UNASUR y dentro de ella Brasil, Argentina y Venezuela. Un bloque que se concibe como una región de paz, decidida a solucionar sus conflictos de manera pacifica, a revertir sus deficiencias y asimetrías económicas con soluciones propias y por lo tanto lejos, muy lejos de los tradicionales Banco Mundial o FMI.

Es cuestión de aprovechar el momento, mientras el imperialismo con la cómplice piratería europea anda sembrando bombas humanitarias, muertes y gobiernos títeres allá por otra de las regiones más ricas, norte africano, tierras árabes, golfo pérsico o arábigo como tan bien nos lo marcara un oyente aunque también denominado Golfo de Irán. Mientras Europa sufre una crisis que recién empieza y la hace vivir las huelgas más grandes, la desocupación más grande, las convulsiones financieras más grandes, con soluciones que distan mucho de ser soluciones para los Pueblos y que solo le auguran sufrimiento.

Hoy, esas tierras, llámese Jamaica, Ecuador u Honduras, etc. están mucho más cerca, estamos mucho más cerca aunque a algunos les pese. Otra vez, Scalabrini Ortíz, es necesario tener “virginidad mental”, hay que expandir nuestra frontera mental. La potencialidad, la diversidad económica, cultural, política que tenemos y la decisión y experiencias que arrastramos nos obligan a crear, a inventar. La Integración Latinoamericana está entrando a una etapa de concreción y empieza a dejar atrás lo retórico. Estamos empezando a construir una realidad distinta, dejando de ser una región periférica y empezando a ser una región protagónica. No viene mal de vez en cuando, mirarnos el ombligo.      

*Columnista del programa Sudestada
  emitido por Radio Nacional Rosario - AM1300 - Sàbados de 7 a 9.30 horas.

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