Foto por Sandra Cartasso/Página12 |
Una ola de rumores tremendistas recorría el espinel político-empresario local antes del discurso de la Presidenta. La fantasía paranoica no escatimaba nada: detenciones ipso pucho de popes del establishment, intervención a Papel Prensa, expropiación (sin reparar en que exige ley e indemnización previa), confiscación, toma de las instalaciones. Cristina Fernández de Kirchner anunció que se promoverían denuncias o querellas ante el Poder Judicial y que se enviaría un proyecto de ley al Congreso.