Por Roberto Marra
Construcción es una palabra que nos hace pensar en en cimientos, columnas, muros y techos. Nos imaginamos de inmediato, al escucharla, a albañiles colocando ladrillos, realizando mezclas de argamasas o doblando hierros para vigas. Remite a edificaciones portentosas, o a viviendas bellas, o a barrios enteros donde se hacen realidad los sueños del techo propio de miles de familias. Pero “construcción” es un término mucho más abarcativo, que nos introduce en un mundo de complejidades casi infinitas.