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miércoles, 9 de octubre de 2024

EL GENOCIDIO QUE NO VEN

Por Roberto Marra

Viven en un termo”. Esa es la frase popular para quienes no parecen darse cuenta de lo que sucede a su alrededor. Y la realidad nos demuestra que los llamados “dirigentes” argentinos del más grande y trascendente Movimiento Nacional y Popular viven en un termo gigantesco, cuando de registrar la realidad internacional se trata.

En medio de la obscena y brutal campaña genocida de Israel sobre los pueblos palestinos, libaneses y sirios, ninguno de estos “líderes” a pronunciado palabra alguna, como no sea esos hipócritas mensajes de “llamados a la paz”, carentes de críticas hacia el invasor, protegiendo con fuerza a los que nunca llaman agresores, con un temor reverencial hacia el evidente poderío que estos ejercen sobre sus pensamientos y acciones.

Si “la realidad es la única verdad”, cuando aquella estalla ante nosotros estamos obligados a expresarnos para fijar con claridad una posición ante ello. Si “la verdad nos hará libres”, estamos demandados a expresarla con vehemencia, la misma que debiera determinar todas nuestras acciones como militantes de la vida.

Cuando el Planeta se enfrenta a una tragedia cotidiana transmitida en directo desde el campo de operaciones, cuando las fotos y videos de niños mutilados, de padres y madres sin consuelo, de seres humanos explotados en mil pedazos por las bombas criminales, cuando la brutalidad le gana con holgura a la racionalidad, cuando el desprecio aplasta los sentidos más profundos y altera las psiquis de tal forma que anulan las consciencias, no cabe otra cosa que reaccionar en base a los valores que decimos que nos conforman, pero que no afloran a la hora de jugarse ante los poderosos por parte de los dirigentes políticos argentinos.

No puede haber medias tintas en tragedias como estas. No debe haber transigencia frente a semejantes desvaríos genocidas. No tendría que ganarles el miedo, a estos dirigentes populares, cuando la hora dramática les demanda las palabras y la elocuencia que conecten la doctrina que dicen sostener con la expresión clara y contundente que deben generar hechos como los aludidos.

La geopolítica forma parte cada vez más importante en la elaboración de estrategias internas, porque el Mundo ha dejado, hace mucho, de ser un simple conjunto de países. Los posicionamientos soberanos son la manera de actuar que se espera de los gobiernos populares, son su raíz, forman parte de sus génesis y es el producto de las lógicas reacciones populares ante la explotación de siglos por parte de los engreídos de poderes eternos.

De allí el reclamo hacia los probables líderes de gobiernos de los próximos años, para que verifiquen, con sus condenas al actual genocidio israelí, que están dispuestos a enfrentar a los enemigos de la paz y la prosperidad nacionales e internacionales, que no serán títeres de un imperio decadente, que no olvidarán sus orígenes ideológicos ni sus pertenencias doctrinarias, que no cederán nunca ante los intentos de imposición de lo que pretendan desde el Poder Real ni ante las extorsiones mediáticas que emitan los enemigos de la Patria.

Ésta, la Patria, debe ser el fundamento de sus actos. Ella debe guiar sus acciones y sus expresiones. Ella debe permanecer en lo alto de su consideraciones, cuando las circunstancias les obliguen a opinar. Las banderas heredadas deben levantarse siempre, como un escudo al pragmatismo propio de los cobardes, como recordatorio imprescindible de sus obligaciones ante un Pueblo que busca dignidad, un Mundo que demanda más justicia que nunca y una historia que les cobrará sus faltas de coraje.

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