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viernes, 8 de diciembre de 2017

NANAS DE LA CEBOLLA (MACRISTA)

Por Roberto Marra

La cebolla es una planta herbácea, cuyo bulbo es la parte comestible que todos conocemos. La característica más notable es su composición en capas, desde las exteriores más delgadas hasta las verdaderamente útiles para el consumo del interior, mucho más gruesas. Posee una muy conocida peculariedad, como es la sustancia que se produce al cortarla, que irrita ojos y nariz.
Tal como la cebolla, el gobierno nacional también está constituído por capas, las que al ser retiradas van dejando ver características encubiertas, donde las capas exteriores, tan delgadas como la del bulbo alimenticio, forman parte de la protección superficial de lo que no se quiere dejar ver. Es como la función que cumplen los medios de comunicación, transformados en velos que impiden saber lo que de verdad sucede bajo la superficie aparentemente sedosa de sus mentiras.
Retiradas las primeras capas, veremos otras más gruesas, verdaderas constituyentes de lo que importa de verdad. Mientras la observemos desde afuera, nos seguirá pareciendo bella y perfecta en sus formas. Pero apenas pretendamos introducirnos en ella, con intentar penetrar un poco su estructura, nos hará llorar. Y al igual que el noble fruto de la tierra, cuanto más profundizemos en él, más llanto nos producirá, más ácido será el ataque de los poderosos enquistados en la raiz misma de los males casi eternos que padecemos.
Es lo que está sucediendo ahora, al quedar al descubierto, uno tras otro, los verdaderos objetivos que sustentan sus degradantes propuestas económicas y sociales. Son la sustancia misma del sistema imperante, tapado por esas capas de falsedades y promesas vanas que se resquebrajan como la superficie de una cebolla. Son también las otras capas, las de jueces corruptos que vulneran los principios más básicos de la Justicia, a la que solo nombran en vano, como mero escudo de sus tropelías maquiavélicas.
Como otra capa protectora actúan los transformistas de la politiquería legislativa, especialistas en especulaciones y recules vergonzantes. Van y vienen en opiniones opuestas, siempre privilegiando a los poderosos que los alimentan, y no precisamente con cebollas.
Es el intento por desaparecer a su archienemiga política lo que los enceguece. Es la no comprensión de una realidad que desprecian, como lo hacen con cada detalle emergente de lo popular. Es la miserable acción de lo peor de un sistema judicial dedicado a proteger a sus dueños financieros. Es la última capa de una cebolla que el Pueblo sabrá deshojar, en medio de las lágrimas que solo serán de felicidad, por abrir el camino a una nueva oportunidad.

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