Páginas

viernes, 17 de marzo de 2017

¿SERÁ JUSTICIA?

Imagen de WordPress.com
Por Roberto Marra

Es en el Poder Judicial donde intentamos probar los sustentos a nuestras verdades relativas, cuando nos vemos involucrados en conflictos civiles o penales, que solo se convertirán en verdades absolutas cuando un Juez lo resuelva con su fallo. Fiscales y defensores son también partes de este complejo y dificultoso camino en la  búsqueda de una justicia que, además de fallar, también suele errar.
Todos sabemos también, o al menos intuimos, que en los poderes judiciales, provinciales y nacional, se reproducen las malas conductas que a diario vemos en otros ámbitos, privados y públicos. Arreglos espurios, falsos testimonios, dilaciones fabricadas, son moneda corriente en esos espacios donde la  honestidad y la transparencia debieran prevalecer.
Formados en épocas donde la organización de nuestra Nación despuntaba, los Poderes Judiciales han sido cooptados siempre por los poderosos sectores dominantes de la economía. Los apellidos se repiten desde entonces, transmutando de padres a hijos los cargos, que debieran tener antes, como premisa fundamental, la idoneidad intelectual y la honestidad moral.
Más interesados en conservar sus poderes personales que en exaltar el valor Justicia, muchos de estos jueces  y fiscales forman parte de las maniobras que el Poder Real , ese que no se ve casi nunca, realiza para seguir acumulando riquezas y dominio. Retorciendo las leyes a su arbitrio, destruyen vidas y valores de muchos ciudadanos, inermes frente a semejante demostración despótica.
Cuando algún miembro de ese Poder Judicial se atreve a ejercer sus funciones honrando títulos y cargos, aparecen de inmediato los anticuerpos leguleyos para extirpar al que consideran un virus que amenaza los intereses corporativos establecidos. Chantajes, coerciones y sanciones inventadas para cada ocasión, son las vacunas usadas contra quienes se atrevan a desafiar a los aristocráticos dueños de la verdad jurídica.
Rodeados de una burocracia creada para sus nefastos propósitos, alejan la esperanza de justicia real para un Pueblo que, paradójicamente, paga sus enormes sueldos exentos de todo impuesto. Parece justo pensar, entonces, que cuando ese Pueblo tome conciencia de su verdadero poder, hará sentir el peso de sus penurias históricas, sobre estos ultrajantes apropiadores de las vidas ajenas. Entonces sí, será Justicia.

1 comentario:

  1. la gente canta: "vamos a volver". está bien, pero no tiene sentido volver si vamos a dejar que éstos jueces corruptos sigan colocándose a sí mismos en la punta de una pirámide social inconsulta y corrupta. igual que no tiene sentido volver si no vamos a aplicar hasta sus últimas consecuencias la ley de medios, y no vamos a hacer algo para evitar que 10.000 sojeros manejen el país a su antojo.

    ResponderEliminar