Por Walter Paz*
El sábado pasado mientras mencionábamos las diferencias que marcaba la responsable de la diplomacia exterior yanqui Hillary Clinton respecto a la actitud de Brasil hacia Irán la cual hacía al mundo más peligroso, en la Cumbre de las Civilizaciones en Río de Janeiro el Presidente Lula le contestaba que los que generaban ese peligro eran los países que poseían armas nucleares, es decir los mismísimos EE. UU.
Apenas 48 hs más tarde un grupo de comandos tomó por asalto un barco perteneciente a un convoy humanitario que se dirigía hacia la Franja de Gaza, matando a una decena de personas, hiriendo a 40 o 50 más, aprisionando a los demás, manteniéndolos incomunicados y sin paradero conocido, etc. Pero más allá de la bravía y gloriosa acción militar del Estado de Israel sobre un barco que transportaba silla de ruedas, alimentos, medicinas y otras cosas vitales para una población que aguanta como puede la política de aislamiento impuesta por Tel Aviv dentro del ghetto, porque se trata de eso, de un ghetto tan igual a aquel ghetto de Varsovia que supo pelear contra los nazis. Aquí la tortilla se dio vuelta, los que son obligados a vivir en este ghetto son los palestinos.
Y Lula vuelve a tener razón, los que tienen armas nucleares, el imperialismo yanqui e Israel, son los que ponen al mundo en peligro. EE. UU. está cebado y tiene entre ceja y ceja a su próxima víctima la República Islámica de Irán, con el solo objetivo de robarle su petróleo. Haga lo que haga Irán, se siente a una mesa o no se siente a negociar, permita o no permita inspecciones a sus instalaciones nucleares, hasta ahora su destino está escrito, el mismo que sufrieron y sufren Irak, Afganistán, y encubiertamente Pakistán.
Israel está cebado y tiene entre ceja y ceja al Pueblo Palestino, además de tener su sueño de esa tierra designada divinamente desde muy alto y forrada de millones de dólares desde muy abajo. Tan cebado que invade a sus vecinos cuando quiere, bloquea a los palestinos por donde quiere, por el tiempo que se le antoja y por los motivos que se le ocurra, y por si fuera poco nunca escucha ni mira ni siente al resto del mundo.
Ambos, los EE. UU. e Israel son aliados incondicionales, son conocedores plenos de su capacidad nuclear, de su capacidad destructiva, de la tecnología que manejan para aplicar esa potencia. Además de eso, también cuentan en su panoplia de armas a los medios masivos de desinformación que se encargan de torcer las noticias y de presentarlos como los luchadores de la libertad, como salvadores y como víctimas. Cuentan también con un sinnúmero de organismos nacidos al calor de la victoria tras 1945, que hoy se caracterizan por su inoperancia e inutilidad, nos referimos a las Naciones Unidas. De esa manera se monta el circo internacional que presenta al saqueo de recursos naturales en Asia, Latinoamérica y África como la llegada del progreso de la mano de inversores. Se pinta de buena gente a dictadores porque garantizan los intereses de los capitales internos y externos, llámese Batista o Pinochet, cuando los dictadores ya no cumplen, se descubre súbitamente que son eso, dictadores y se los voltea, caso de Noriega o peor Saddam que ni siquiera puede ya contar el cuento. Se condena a gobiernos electos por sus Pueblos por que no acatan los designios extranjeros, sea Irán, Venezuela o el gobierno de Hamas.
Pero todo esto y más es posible porque vivimos en un mundo en parte dominado por la hipocresía, de esta manera es posible bombardear un depósito de alimentos de la ONU y no pasa nada. Una cuarta parte del continente negro se debate entre la sed y el hambre desde hace décadas, se hacen campañas pero no pasa nada. ¿Porqué habría de pasar algo ahora, en este caso en que un barco en misión humanitaria es copado por las fuerzas militares de Israel?
La hipocresía está al orden del día, y aunque resulte chocante hay que decirlo. Mucha gente se indignó en el 2001 cuando vieron morir 3.000 personas en las Torres Gemelas de NY (World Trade Center) tras los sendos impactos de aviones de línea contra sus estructuras. Sin embargo esa indignación está ausente cuando mueren dos o tres palestinos por día a causa de la represión del invasor israelí o de su política de aislamiento. Pareciera que unos dos o tres muertos cada 24 hs son una dosis aceptable. Mientras el bloqueo sigue en pie para desgracia de los palestinos, el muro del apartheid construido por Israel está inamovible, y el tantas veces mencionado Estado Palestino nunca llega. Uno podría decir que la hipocresía es una característica humana, pero creo que también e puede afirmar que la hipocresía es una alhaja que queda muy bien al capitalismo. Este capitalismo que todo lo tiene, que todo lo quiere y que cuando algo falla, le tira el fardo a los que menos tienen, a los trabajadores. Son las enseñanzas que tuvimos nosotros en los años pasados, y es lo que afrontan ahora los trabajadores de la vieja Europa.
Pero no hay nada nuevo bajo el sol, la actitud de los EE. UU. hacia el llamado Medio Oriente no es nueva y ya Perón lo advertía en la década del ´70, cuando les falte el petróleo van a ocupar a los países árabes… lo están haciendo. Viene bien entonces reforzar nuestro camino de integración continental, y darle bola a las palabras del Ministro de Defensa del Brasil Nelson Jobim, acerca de que UNASUR comience a definir un perfil de defensa regional para, a su vez, definir un aparato militar-industrial encargado de producir una fuerza lo suficientemente disuasoria, y así lograr evitar que nos ocurra lo que ocurre en África, o en Medio Oriente.
Para cerrar este segmento, dos cortitas y al pie, Debrahlee Lorenzana es una mujer neoyorkina de 33 años, de origen portorriqueño inició una demanda judicial contra el Citygroup donde trabajó hasta el pasado 2009, la razón alegada por la empresa es que la mencionada usaba ropa muy provocativa y eso, distraía a sus compañeros de trabajo. Esta noticia tuvo algo de repercusión por aquí, pero lo que no se difundió tanto, son dos cosas: que en los últimos tres a cinco años aumenta el número de demandas interpuesto por mujeres contra varias corporaciones donde trabajaban luego de haber sufrido ciertos atropellos vinculados a cuestiones de género; y lo otro es que mirando diferentes estadísticas y dentro de la denominada “Gran Manzana” a la hora de despedir personal, las primeras en serlo son mujeres y que también a la hora de la maternidad sus carreras laborales sufren un retroceso y quedan relegadas.
La segunda cortita y al pie, aunque parezca un chiste gallego es real. En medio de la crisis española en Madrid una ONG dicta un curso intensivo para ser linyera. Una ONG solidaria ante el creciente número de personas que no tienen dónde vivir reúne a los necesitados en una plaza y los alecciona sobre métodos para sobrellevar de la mejor manera una vida en la vía pública.
*Columnista del Programa Sudestada
emitido por Radio Nacional Rosario AM1300
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