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Imagen del cuadro "Sur", de García Uriburu
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Por
Roberto Marra
Se
suele denominar utopía a algo (una situación, una meta, un
objetivo, una proyección, una prospectiva) que representa lo ideal,
aunque de escasa o nula probabilidad de concretarse en la realidad.
Utópicos, así se les llama a quienes manifiestan esas ideas de
aparente imposibilidad, la mayor parte de las veces utilizando esa
palabra como descalificación, señalando incapacidad de comprensión
de esa realidad y su devenir histórico. Los atrevidos a pensar otras
realidades alternativas a las existentes, son encasillados en una
especie de “catálogo” negacionista de alternativas superadoras a
“lo establecido”. De esa manera, los interesados en que nada
cambie, para mantener sus poderíos y supremacías, logran posponer
el futuro y congelar la vida en un statu quo de apariencia infinita.