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lunes, 6 de noviembre de 2017

LA SOCIEDAD ZOMBI

Imagen de "Taringa!"
Por Roberto Marra

Seguro que a nadie le importa que el ministro de finanzas de la Nación esté involucrado en la administración de una red de sociedades en guaridas fiscales. Seguro que tampoco le importará a nadie que, desde el presidente para abajo, todos los miembros del gabinete han fugado dinero al exterior. Por lo visto, no ha habido demasiado asombro por el dictado de un decreto presidencial para habilitar a su hermano a blanquear dinero escondido en esas guaridas, cuando la Ley lo prohibía.
Es que los asombros forman parte del pasado. O, mejor dicho, para lo que supuestamente sucedió en el pasado. Lo cual queda patentizado por la intervención del poder judicial más rápido del planeta, capaz de dictar sentencia antes de que ni siquiera se haya a acusado formalmente a una persona, siempre y cuando pertenezca al gobierno anterior. Hay que destacar esto, porque una vez más Argentina está al frente. Al frente de una vergonzosa primacía de la ilegalidad por sobre el derecho.
Sin embargo, poco y nada le importa al grueso de la gente tanta corrupción real. Prefieren la otra, la mediatizada para el consumo masivo y de digestión rápida. Resulta mucho más fácil contar con chivos expiatorios contra los cuales cargar con esa caballería de trolls y faranduleros de media tarde, donde los tribunales se han trasladado hace rato, para sentenciar sin escuchar y sancionar sin dilucidar ninguna verdad.
Hay una mayoría adormecida por créditos hipotecarios que jamás podrán pagar, o por anuncios de bajas en impuestos para los ricos, o por poder comprar artículos importados a bajo precio mientras se hunde la industria nacional, o aplaudiendo las persecusiones a los indios, pretensiosos de derechos inmerecidos por negros, sucios y malos, o alegrándose del encarcelamiento de sus odiados populistas.
La inteligencia a pasado a mejor vida. El análisis es cosa del pasado. La reflexión ya no importa. Ahora es el momento de las conclusiones rápidas, de los trámites judiciales expeditivos, de las medidas económicas de corto alcance, pero de las resoluciones financieras con daños a largo plazo.
Ahora es cuando estos asaltantes disfrazados de funcionarios honestos, excavan más profundo la zanja de la división entre ganadores y perdedores de una sociedad zombi, que masivamente avanza hacia su derrota fatal, asumiendo el rol miserable que el poder le ha otorgado, mientras multiplican sus horas de trabajo y extienden sus vidas laborales, para quedarse con el sucio dinero del remate de la Patria.

1 comentario:

  1. ¡Alto, Pensador! Parece que no confías en esos millones de personas que ven lo que los diarios y la tele no muestran. Mejor que describir de nuevo la película falsa es decir lo que no quieren contar ni ver. Eso ayuda más a orientarnos y animarnos.

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