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viernes, 15 de septiembre de 2017

INESCRUPULOSOS

Imagen de "Taringa!"
Por Roberto Marra

El escrúpulo (que literalmente significa “piedrita que se mete en el zapato”) es esa prevención para definir si algo es bueno o malo, es correcto o nó, si es verdadero o falso. Es esa duda que nos advierte que estamos por cometer un error, o realizar un acto reñido con los valores éticos que abrazamos, razón que nos impulsa a no concretarlo.
Resulta una buena medida de nuestra moral, al enfrentar disyuntivas que podrían convertirnos en lo que nunca deseamos o hacer lo que jamás haríamos. También es una excelente manera de distinguir los solidarios de los egoistas, carentes estos últimos de cualquier vestigio de escrupulosidad, como no sea frente a la duda de lo malo o lo peor que los pueda afectar a ellos.
Sostenidos por esos escrúpulos, andamos por la vida evitando dañar a los demás, conscientes de la necesidad de acrecentar y transmitir los valores humanísticos que sostienen nuestra ideología con el fin de desarrollar sociedades justas y solidarias.
Pero están los otros, los propietarios de todas las maldades, los hacedores de todas las desgracias, las fabricantes de la miseria y el abandono, los orgullosos constructores de la injusticia permanente. Esos son los inescrupulosos, los que nunca tienen pruritos a la hora de decidir sus planes, a sabiendas de los daños que provocarán en la mayoría de sus congéneres. No habrá prevención que les impida hacerlo, porque están blindados ante las dudas éticas. Más aun, ni siquiera se podría decir que tienen moral, porque desconocen el sentido de la misma.
Así son los actuales gobernantes de nuestra Nación. Así se manejan frente a la sociedad y sus necesidades. Así resuelven los destinos de todos, con métodos de probada ineficacia pero de notable productividad para ellos, alimento imprescindible para elevar su poder y mantener su hegemonía.
Pero el problema mayor es que la inescrupulosidad es un “virus” muy contagioso. Más todavía con los modernos métodos de inoculación televisiva, que revierten décadas de sentidos éticos de la población sana, convirtiéndola en una masa desinformada y maleable a los intereses de sus enemigos, para que, ya sin escrúpulos, sentencie a los inocentes y destruya sus propios sueños, asegurando la continuidad de un sistema, sin piedritas en los zapatos.

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