Imagen Sin Mordaza |
La culpa es lo que se siente al quebrantar reglas culturales (religiosas,
políticas, familiares, etc.), o por imaginar que se ha cometido esa violación. La
persona siente que ha hecho algo que no debió haber realizado (o, por el
contrario, por no haber hecho algo que la persona cree que debió hacer). Cuando
aparece la culpa, la proyección negativa es un dispositivo de defensa, mediante
el cual el sujeto suele atribuir a otras personas sus propias incapacidades o carencias
y, en general, todo lo que le resulta inaceptable de sí mismo.
Esto es lo que podría decirse que,
aparentemente, le sucede al actual presidente de la Nación, al insistir hasta
el hartazgo sobre las supuestas tremendas herencias de la gestión anterior. Según
él, nada de lo malo que sucede en la actualidad es de su responsabilidad. Todo,
absolutamente todo, sucede porque la Presidenta anterior lo hizo posible.
Llega, incluso, a inaugurar obras
que ya habían sido inauguradas por su antecesora, negando la existencia de
hechos tan reales como el calor del Sol. Alimenta su ego presidencialista con
falsas declamaciones de sentimientos por los pobres, prometiendo lo que no está
en su intención ideológica cumplir. Reproduce al infinito retahílas de
versiones mentirosas de los acontecimientos, apañado por las voces mediáticas
del Poder, encubridores de su insolvencia intelectual y moral (al menos,
mientras les dure el beneficio de sus acciones).
A estas alturas, luego de tantos desatinos
económicos y sociales cometidos, y con la continuidad de sus insistentes
peroratas negadoras de sus propias responsabilidades, no parece que podamos
seguir con la teoría de la culpa que pueda sentir el presidente. Más parece ser
una actitud de perversa satisfacción por los males provocados a la Sociedad con
la disculpa fraudulenta del futuro próspero que, lamentablemente, tanta gente
creyó posible, a pesar de las evidencias de una historia tantas veces repetida.
Es que los señores del Poder, los
acostumbrados a dominarnos con sus billeteras repletas a costa del sudor ajeno,
los que succionan nuestros esfuerzos para convertirlos en sus ganancias, los
que nadan en abundancias que les proveen quienes padecen miserias inaceptables;
esos señores, se asumen como propietarios hasta de nuestras conciencias, a las
que tratan de subsumir en la mediocridad de un pensamiento único donde el Dios
mercado se convierte en el protagonista
exclusivo (y excluyente).
“Inútil llorar sobre la leche
derramada”, es un dicho que se adapta perfectamente a estas circunstancias. Modificarle
el sentido a la autopista al infierno por la que nos conducen estos profetas de
las culpas ajenas y transformarla en un camino de crecimiento virtuoso y para
todos, es la labor apremiante para el Pueblo y sus dignos líderes.
En cuanto a las culpas del
presidente y sus perversos gerentes, que jamás asumirán como propias, deberán
ser juzgadas por la historia. Y tal vez por tribunales con jueces honestos, si semejantes
cosas existen. Si así sucediera, ninguno de ambos podrá absolverlos. Jamás.
Es la satánica misa del mercado y los carneadores de las ganzas nacionales de oro a ultranzas reviente el pobre o el millonario empresario que reviente, y para ellos decretazo de obras, condonacion y blanqueo de ofchores.
ResponderEliminarvolviendo a su satánica neoliberal misa.
perito perrorun perrorarumm ummm
gatito gaturro gaturrum gaturrarumm ummm
que las bendiciones de la grieta, las grietitas, los despidos tarifasos y quebrantos sean con vosotros y ya podéis idos a vuestros respectivos reentarifados y reimpuestados hogares.
y no os olvidéis los de la Santa Hermandad del Globo para el currito le rezan a San Expedito.
Y para el social problemone a San Garrotin y San Tortugone.
VIL PLEBEYO INSINÚAS QUE EN ESTE PAÍS HAY TRANZA JUDICIAL????????
ResponderEliminarNOOOOOO
TE PAREEECE NOMAS
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JUICIO POR TRAICION POR NEGLIGENCIA CRIMINAL VOLUNTARIA. A LOS JUECES QUE APAÑAN ESTE SAQUEO DE LA PATRIA Y EL CIUDADANO ARGENTINO.