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Entre 2003 y 2015, en términos absolutos, la jubilación mínima se
multiplicó por 28,6 al pasar de los $ 150 a los $ 4300. Sin embargo, el dato
más relevante es lo concerniente a la capacidad de compra que mostró el
ingreso mínimo de los jubilados durante los últimos 12 años. Medido en
capacidad adquisitiva, este haber trepó tres veces y media su poder de compra
en un importante número de productos y servicios, según consigna con un
relevamiento realizado por la agencia de noticias Télam.Para ello, se tomaron distintas fuentes como los precios publicados en 2003 por
los diarios, incluidos Clarín y La Nación, y listados de asociaciones de
consumidores, y se los comparó con los valores actuales.
Así, si en 2003 un jubilado con la mínima requería más de un haber y medio para alquilar un departamento de dos ambientes en Boedo o Flores, en la actualidad ese gasto le insume tres cuartos de la misma, de acuerdo con los valores relevados por Reporte Inmobiliario.
Para los jubilados, que con la mínima hace diez años pagaban un vuelo a Córdoba o cuatro viajes en micro a Mar del Plata; ahora pueden hacer casi seis viajes a Córdoba o 12 a la ciudad balnearia más elegida del país.
En el caso del transporte, más allá de los beneficios que tiene el sector pasivo en lo que respecta a pasajes de trenes, si el cálculo se realiza de manera lineal, un haber mínimo alcanzaba en 2003 para 259 boletos de colectivo; 440 de tren o 38 viajes en taxi desde el microcentro hasta Caballito.
Actualmente son 1433 los viajes en colectivo; 2150 en tren o 54 en taxi, desde Casa Rosada hasta Primera Junta.
En el consumo de alimentos, la jubilación mínima aumentó su poder de compra del asado, de 27,5 kilos a 66; de la Coca Cola, de 105 a 247; de tomate, de 73 kilos a 301; de la manzana, de 63 a 321 kilos; de la leche, de 141 a 443 litros; del pollo, de 44 a 187 kilos; del arroz, de 63 a 331 kilos; o de la yerba, de 68 a 106 kilos.
En el caso de la indumentaria, con un haber mínimo se pasó de comprar 4 a 15 pantalones de jean; o de 4 a 14 pares de zapatillas.
Un fenómenos similar ocurrio en el rubro esparcimiento, la mejora adquisitiva de la jubilación más baja posibilitó que de 37 entradas al cine tradicional en 2003 se puedan comprar ahora 67, o 47 si es para proyecciones 3D.
También que de 110 diarios se pasaran a comprar 390; de 22 a 54 menúes ejecutivos; de 11 a 66 pizzas grandes de muzzarella; de 12 a 33 kilos de helado; o de 18 a 34 docenas de empanadas.
En cuanto a los electrodomésticos, el mínimo jubilatorio permitió mejorar las chances de adquirirlos, y así un lavarropas que en 2003 requería de más de tres haberes, pasó a poder ser adquirido por menos de uno; una cocina, de dos jubilaciones a poco más de la mitad de una; y una heladera con freezer, de cuatro a un haber y un tercio.
En tanto, para un horno a microondas antes se necesitaba casi una mínima y media, ahora con menos de la mitad de una, se compra; y si para una TV de 20 pulgadas había que destinar más de dos jubilaciones, actualmente con tres cuartos se puede adquirir una led de 24 pulgadas.
Así, si en 2003 un jubilado con la mínima requería más de un haber y medio para alquilar un departamento de dos ambientes en Boedo o Flores, en la actualidad ese gasto le insume tres cuartos de la misma, de acuerdo con los valores relevados por Reporte Inmobiliario.
Para los jubilados, que con la mínima hace diez años pagaban un vuelo a Córdoba o cuatro viajes en micro a Mar del Plata; ahora pueden hacer casi seis viajes a Córdoba o 12 a la ciudad balnearia más elegida del país.
En el caso del transporte, más allá de los beneficios que tiene el sector pasivo en lo que respecta a pasajes de trenes, si el cálculo se realiza de manera lineal, un haber mínimo alcanzaba en 2003 para 259 boletos de colectivo; 440 de tren o 38 viajes en taxi desde el microcentro hasta Caballito.
Actualmente son 1433 los viajes en colectivo; 2150 en tren o 54 en taxi, desde Casa Rosada hasta Primera Junta.
En el consumo de alimentos, la jubilación mínima aumentó su poder de compra del asado, de 27,5 kilos a 66; de la Coca Cola, de 105 a 247; de tomate, de 73 kilos a 301; de la manzana, de 63 a 321 kilos; de la leche, de 141 a 443 litros; del pollo, de 44 a 187 kilos; del arroz, de 63 a 331 kilos; o de la yerba, de 68 a 106 kilos.
En el caso de la indumentaria, con un haber mínimo se pasó de comprar 4 a 15 pantalones de jean; o de 4 a 14 pares de zapatillas.
Un fenómenos similar ocurrio en el rubro esparcimiento, la mejora adquisitiva de la jubilación más baja posibilitó que de 37 entradas al cine tradicional en 2003 se puedan comprar ahora 67, o 47 si es para proyecciones 3D.
También que de 110 diarios se pasaran a comprar 390; de 22 a 54 menúes ejecutivos; de 11 a 66 pizzas grandes de muzzarella; de 12 a 33 kilos de helado; o de 18 a 34 docenas de empanadas.
En cuanto a los electrodomésticos, el mínimo jubilatorio permitió mejorar las chances de adquirirlos, y así un lavarropas que en 2003 requería de más de tres haberes, pasó a poder ser adquirido por menos de uno; una cocina, de dos jubilaciones a poco más de la mitad de una; y una heladera con freezer, de cuatro a un haber y un tercio.
En tanto, para un horno a microondas antes se necesitaba casi una mínima y media, ahora con menos de la mitad de una, se compra; y si para una TV de 20 pulgadas había que destinar más de dos jubilaciones, actualmente con tres cuartos se puede adquirir una led de 24 pulgadas.
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