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Por Oscar
Natalichio*
La palabra trabajo es definida
por el diccionario de la Lengua Española con 12 acepciones, siendo, la primera
como siempre en este diccionario de la Real Academia, la más importante. Las
mencionaré una a una ya que ello es básico para el desarrollo de este artículo:
Acepción 1: Acción y efecto de
trabajar. Aquí tenemos que señalar que “trabajar” para el mismo diccionario
es “ocuparse en cualquier actividad física o intelectual” y otras 17
acepciones más, entre las cuales mencionaremos la 2: “Tener una ocupación
remunerada en una empresa, institución, etc., y la 3:
“Ejercer determinada profesión
u oficio”. Las demás acepciones, como por ejemplo la 4 (Dicho de una máquina:
funcionar), no son de nuestro interés.
Acepción 2: Ocupación
retribuida. ¿Y si no es retribuida? ¿No es trabajo? Podríamos aceptar esa definición
si aceptamos que al esclavo se lo retribuía con la comida, que al siervo de la
gleba se lo retribuía dejándole una porción de su cosecha, que al aprendiz en
los inicios del capitalismo se le otorga
un oficio y que al pasante en
nuestros tiempos se le paga el viático.
Acepción 3: “Obra” El
propio diccionario debe aclarar esa palabra agregando “Cosa producida por un
agente” ¿? Acepción 4: Insiste con “obra” ahora como: “obra, resultado
de la actividad humana”.
Acepción 5: Se refiere a objetos
no a personas, pero veremos más adelante que no es tan objeto y que persona
hay: “Operación de la máquina, herramienta o utensilio que se emplea para
algún fin”.
Acepción 6: Esfuerzo humano
aplicado a la producción de riqueza, en contraposición a capital”.
Las demás seis acepciones se
refieren al lugar donde se trabaja, a la dificultad, a molestia,
tormento, etc., a una definición para la mecánica y otra para brujería y la
final:
Acepción 12: Estrechez,
miseria y pobreza o necesidad con que se pasa la vida”.
Desde nuestro punto de vista las
definiciones y aceptaciones que incorpora el diccionario de la “Real Lengua
Española” son en extremo vulgares y no reflejan la verdadera naturaleza del
trabajo. Ello nos obliga a dar nuestra definición sobre trabajo y remarcar que
una cosa es trabajo y otra es trabajar. Y no se trata de un juego de palabras
como veremos a continuación.
Trabajo es un proceso mediante
el cual los seres humanos modifican los objetos de la naturaleza de
tal modo que, esos objetos modificados puedan satisfacer sus necesidades, sean
éstas reales o superfluas.
Trabajo es, por tanto una
actividad conciente y útil y es una relación que se produce entre
los seres humanos y la naturaleza.
De esa manera, el trabajo surge
como la condición primera y fundamental de la existencia humana.
Se puede asegurar que, en esa
relación, en ese proceso, en esa actividad consiente el hombre pudo salir
del mundo animal y desarrollarse como tal.
El trabajo posee tres componentes
básicos y fundamentales, ya que sin ellos es imposible la existencia de la
relación entre hombre y naturaleza. Esos tres componentes básicos son: 1. la
actividad del hombre dirigida a la producción de un bien que sirva para
satisfacer una necesidad humana (consumo) o productiva (materia prima). En esa
actividad, el hombre consume energía física, muscular e intelectual, y ese
consumo se define como fuerza de trabajo; 2. El objeto de trabajo,
el material sobre el que va a ejercer su fuerza de trabajo para modificarlo
(actúa sobre él), que es un material que proviene inicialmente de la naturaleza
aunque registre varios procesos sucesivos; y 3. Los medios de trabajo, es
decir, con qué instrumentos se opera sobre esos objetos, ¿con las manos?, ¿con
herramientas?, ¿con maquinarias?, ¿con robot?, es decir, con todo aquello que
le facilite al trabajador cumplir con su tarea sobre el objeto de trabajo, que
lo haga más liviano.
Como observarán, el diccionario
no contempla esa realidad objetiva que surgió ya hace más de un millón de años
cuando el hombre mono advirtió que utilizando una piedra con filo (medio de
trabajo) podía cortar mejor a un animal cazado (objeto de trabajo). Tampoco el
diccionario menciona que, si uno reúne a los objetos de trabajo con los medios
de trabajo, es decir, reúne a las materias primas y a la naturaleza en su
conjunto con los medios de trabajo, es decir, con todas aquellas herramientas, maquinarias,
sistemas, instalaciones, robots, etc., necesarios para producir mejor, componen
una categoría muy mencionada, que se denomina medios de producción.
Es de tal importancia esa
categoría que las personas sensibles e inteligentes se preguntan: ¿En poder de
quienes están esos medios de producción? O lo mismo: ¿En poder de quiénes están
los recursos naturales y las fábricas donde se procesan? Y ello, a esas
personas le produce otro interrogante: ¿Cómo puede ser que los bienes provistos
por la naturaleza sean propiedad privada de algunos grupos pequeños en un mundo
con 7 mil millones de habitantes? ¿De dónde surge esa “legitimidad”? Este punto
lo vamos a tratar más adelante, pero en este número nos referiremos a “trabajo”
escapando de la tentación (real) de intentar explicar todo en muy breve
espacio.
Esa relación que produce el
trabajo, relación, vinculación o proceso, requiere de la existencia de trabajadores
quienes hacen realidad la mencionada relación hombre-naturaleza, mediante la
aplicación de su fuerza de trabajo. Ello nos obliga a precisar más qué
es esa “fuerza de trabajo” (FT).
La primera diferencia que
observamos entre “trabajo” y “fuerza de trabajo” es que la primera (trabajo) es
una relación general entre personas y objetos, mientras que la segunda,
la “fuerza de trabajo” es una relación individual entre un trabajador y
el objeto que le ha tocado transformar. Podemos ya arriesgar una definición
para FT.
La fuerza de trabajo es la
capacidad que poseemos las personas para ejecutar cualquier trabajo.
Es el conjunto de fuerzas
físicas y espirituales que disponemos para aplicar al proceso de producción de
bienes, es decir, de producción de riquezas materiales y espirituales.
La fuerza de trabajo es,
además, una escuela de formación, donde mediante la acumulación de experiencias
vamos paulatinamente mejorando nuestra habilidad, tanto en la destreza aplicada
como en los medios de producción desarrollados.
La fuerza de trabajo es un
gasto por parte del trabajador, de energía física e intelectual. En algunos casos
predomina el gasto de energía física y en otros la intelectual, pero nunca van
separadas ya que, hasta en el proceso más simple se requiere poner atención
sobre el mismo.
En el capitalismo, la fuerza de
trabajo se convierte en una mercancía. Es decir, es un producto que se vende
pues hay alguien que lo compra. Es, sin dudas, una de las mercancías más
valiosas e indispensables, sin embargo, es este sistema, esta mercancía es tratada
de manera opuesta a su real importancia y valor.
Primero diremos que para mostrar
su real importancia recurriremos a la abstracción. Vamos a suponer que
un virus maligno ataca a la humanidad haciendo desaparecer su capacidad de
aplicar la FP de cada uno de sus integrantes, a todos en general. ¿Quién
produciría los bienes necesarios para alimentarnos, vestirnos, cultivarnos,
divertirnos, sanarnos, etc.? Nadie, absolutamente nadie. La vida humana desaparecería
en muy pocos años, de la misma manera que desaparecería también si ese virus nos
vuelve estériles a todos, en el primer caso por no haber producción material y
en el segundo por no haber reproducción de la especie. La FT es la energía
consumida por el trabajador que posibilita la continuación de la vida.
Regresamos a “trabajo” y a sus
componentes: releemos que uno de ellos es la FT, que es propiedad del
trabajador individual y que la vende en el “mercado laboral” y que las otras
dos, objetos de trabajo (la naturaleza) y los medios de trabajo (las
herramientas desarrolladas por la FT en el espacio histórico) utilizados para
producir nuevos bienes que se venden en el “mercado comercial”: son todas
mercancías.
Lo extraño es que esas
mercancías no posean igual tratamiento, y mucho más extraño es que la gente
crea que esa desigualdad en el tratamiento es “normal”.
Ustedes van a un negocio, a un
supermercado por ejemplo, toma un producto, una botella de vino por ejemplo, ve
el precio que indica que “vale” 40 pesos. Se acerca a la caja y cuando va a
pagar expresa: “por esa botella no pagó más de 20 pesos” ¿Qué sucede? Que, o
paga los 40, o deja la botella O lo retira “seguridad”). Es posible que la
cajera sea más amable con ustedes que los que están en la cola, trabajadores
también, que le recriminan que por “una boludez” les haga perder el tiempo.
Parece razonable que el que vende
le ponga un valor al producto (a la mercancía) que vende y que el “comprador”,
en todo caso, posee la libertad de no comprarlo si le parece caro.
Bien: Ahora son ustedes los
vendedores, son ustedes que salen a vender su única mercancía, su fuerza de
trabajo, su habilidad para hacer algo. ¿Quién le pone el precio? Sin dudas, el
vendedor no, en este exclusivo caso el que fija el precio es el comprador de la
FT, es el capitalista.
Y pensar que ustedes son los que
producen todos las mercancías que existen y deben pagar lo que otros le fijan
por ellas y deben cobrar lo que estos mismos personajes de fijan a la suya. Encontramos
en este simple ejemplo la base en la que se sustenta la sociedad
capitalista: LA INEQUIDAD, la que surge del dominio cultural que han
logrado al hacernos creer que son los que “nos dan
Trabajo”.
La Fuerza de Trabajo, la que
mantiene viva a la humanidad, es la que menos valor se le reconoce y las
mercancías que con esa fuerza de trabajo se logra, toda la riqueza de la
humanidad, es usufructuada por un pequeño grupo que adquiere enorme poder y
capital con esa gran ventaja que significa pagar por la mercancía FT mucho
menos valor que el valor que esa FT produce.
Mejorar el pago sobre la
mercancía FT es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida. Ello
significa ser, al menos en esta etapa, menos explotados y más dignos.
En las próximas entregas
abundaremos estos puntos tan necesarios para nuestra conciencia, para nuestra
integridad como seres humanos, como el pan y la leche para alimentarnos.
*Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales (CIEYS)
Publicado en NOTIALBA
esta pagina es genialmente excepcionar
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