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En una mirada naif –por conveniencia propia,
claro; es decir, para deslindar la propia complicidad histórica del
matutino mitrista con todas las dictaduras del siglo XX– sobre la prensa
y la política, el editorialista escribe: "El jueves último en
Berazategui, al reanudar la campaña electoral, (la presidenta) hizo
suyas las palabras que acababa de pronunciar el intendente de esa
comuna, Patricio Mussi. "Me encantó la metáfora –afirmó la jefa del
Estado refiriéndose a una frase de Mussi–, lo de las balas de plomo que
derrocaron a Perón con las balas de tinta que por ahí intentan derrocar o
destituir gobiernos populares.
¡Qué metáfora tan exacta y tan perfecta!
En boca de la presidenta, esas palabras revisten una inusual gravedad
por el ataque a la prensa que ellas encierran, pues la metáfora, lejos
de ser 'tan exacta y tan perfecta', es errónea y falaz de punta a punta.
Ni las balas de plomo derrocaron al general Juan Domingo Perón, ni
existen balas de tinta, ni, en caso de existir, podrían destituir
gobiernos. Perón no cayó por obra de las armas que alzó la Revolución
Libertadora en 1955. Cayó, básicamente, porque su régimen se había
agotado y abundaban los escándalos y las burdas muestras de
autoritarismo. Las 'balas de tinta' no matan ni hieren, ni mucho menos
derrocan gobiernos. Esos proyectiles sólo informan, analizan, investigan
y critican. Forman opinión. Si esa opinión, al convertirse en el voto
que se deposita en las urnas, resulta políticamente letal, es pura y
exclusivamente porque la tinta, al margen de los errores que se puedan
cometer, ha sabido transmitir la realidad en la que viven los lectores."
El editorialista del diario La Nación –que compartió junto con Clarín la
apropiación de Papel Prensa realizada en complicidad con la última
dictadura militar– olvidó varias cosas en su escrito. 1) que su diario
llevó adelante una campaña de desprestigio sistemática contra el
gobierno de Juan Domingo Perón, alentando el golpe de Estado de junio
del 1955 y el posterior de septiembre, 2) que en 1954, el oficialismo
había ganado las elecciones por la vicepresidencia por una abrumadora
mayoría, que demostraba que lejos de estar agotado gozaba de buena salud
más allá de los errores, las contradicciones y ciertos giros
autoritarios que pudiera tener –nada comparable a la dictadura de Pedro
Eugenio Aramburu que fue ilegal, ilegítima, fusiló, encarceló, desterró
decenas de personas–, y 3) que Perón renunció a la Presidencia de la
Nación después del bombardeo criminal que asesinó a más de 300 civiles,
el 16 de junio del 55 –cualquier imagen de esa plaza acribillada por las
bombas demuestra la mala intencionalidad del editorialista de La
Nación– y tres meses después un nuevo levantamiento militar que amenazó
con bombardear las destilerías de combustible de La Plata. No fue el
agotamiento, fue el plomo y el fuego impartido criminalmente por sus
enemigos políticos el que puso fin al gobierno legal, legítimo,
democrático de Perón.
El gobierno de Néstor Kirchner, primero, y luego los dos de Cristina
Fernández de Kirchner fueron y son acosados continuamente por una prensa
autodenominada "independiente" que no hace más que intentar
deslegitimar para destituir a un gobierno legal, legítimo y democrático.
El editorialista de La Nación debería recordar la famosa
amenaza-editorial de Claudio Escribano, quién le advirtió a Néstor
Kirchner antes de asumir que iba a durar menos de un año si no cumplía
con cinco puntos programáticos: 1) "La Argentina debe alinearse con los
Estados Unidos. No son necesarias relaciones carnales, pero sí
alineamiento incondicional. Es incomprensible que aún no haya visitado
al embajador de los Estados Unidos." 2) "No queremos que haya más
revisiones sobre la lucha contra la subversión. Está a punto de salir un
fallo de la Corte Suprema de Justicia en ese sentido. Nos parece
importante que el fallo salga y que el tema no vuelva a tratarse
políticamente. Creemos necesaria una reivindicación del desempeño de las
Fuerzas Armadas en el contexto histórico en el que les tocó actuar." 3)
"No puede ser que no haya recibido a los empresarios. Están muy
preocupados porque no han podido entrevistarse con usted." 4) "Nos
preocupa la posición argentina con respecto a Cuba, donde están
ocurriendo terribles violaciones a los Derechos Humanos." 5) "Es muy
grave el problema de la inseguridad. Debe generarse un mejor sistema de
control del delito y llevarse tranquilidad a las fuerzas del orden con
medidas excepcionales de seguridad."
Golpistas antes y golpistas ahora. Los editoriales del diario La Nación
siempre fueron impresos con el mismo plomo con que se fabricaron las
balas de todos los golpes de Estado del siglo XX.
*Publicado en Tienpo Argentino
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