Por Alfredo Zaiat*
En
una economía donde gran parte de los excedentes financieros de un sector
minoritario, pero influyente, de la población se dolarizan, ¿cuándo el
gobierno debe explicar las restricciones a la compra de moneda
extranjera? ¿Y cómo debe hacerlo para que sean entendibles, ya sea para
aceptarlas o criticarlas? Las respuestas son previsibles. La explicación
debería ser inmediata por parte del ministro de Economía y del
presidente del Banco Central, y tantas veces como sea necesaria.
El
Gobierno no eligió esa estrategia cuando a fines de octubre del año
pasado impulsó el nuevo régimen de administración de divisas. Dejó el
terreno libre para todo tipo de especulaciones y análisis interesados de
los hombres de negocios dedicados a comercializar información
económica. Ocho meses han transcurrido hasta que comenzaron a exponer
las razones de las limitaciones. El ministro de Economía, Hernán
Lorenzino, señaló en un reportaje en Ambito Financiero que son “el
contrafuego” para enfrentar la crisis económica internacional. El Banco
Central –en “El Informe Macroeconómico y de Política Monetaria”,
publicado la semana pasada– desarrolla con amplitud el contexto externo y
las particularidades de la economía local para justificar el control
estricto del mercado de cambios. Al tratarse de la primera exposición
oficial en términos conceptuales del actual sistema cambiario,
desplazando el argumento inicial sobre la capacidad de compra según los
ingresos declarados al fisco, es útil detallarla para conocer las bases
de una medida que tanto molesta a un grupo social poderoso. El documento
del BCRA fue ordenado en capítulos para una mejor comprensión de la
lógica del argumento oficial.
El contexto externo
- La economía internacional está sufriendo un proceso de creciente
deterioro. Se ha acentuado la incertidumbre respecto de una resolución
rápida y perdurable de la crisis europea que logre circunscribirla a
dicha región y no acarree altos costos al resto del mundo.
- Las economías emergentes, que hasta ahora han actuado como
principal soporte del crecimiento global, comienzan a mostrar signos de
desaceleración.
- Los instrumentos (para protegerse) están principalmente
relacionados con el sector externo y el sector financiero, e implican
actuar sobre la política cambiaria, la acumulación de reservas, la
esterilización, las tasas de interés, las regulaciones de los flujos de
capitales y las regulaciones cambiarias y bancarias.
El contexto doméstico
- Se destaca la menor cosecha producto de la sequía (y por ende,
menores exportaciones) y la aparición de un significativo déficit en la
balanza comercial energética. Entre los elementos derivados de la crisis
internacional, se menciona las reducciones en las ventas externas hacia
nuestros socios comerciales, resultado de una caída en la demanda en
esos países, que ocurrió simultáneamente con las devaluaciones de sus
monedas (Brasil). La combinación de estos eventos puntuales, algunos de
los cuales son de carácter transitorio, generó un escenario de menor
holgura en el sector externo.
Ahorro en dólares
- La dolarización de la riqueza financiera en la Argentina es un
fenómeno estructural que se ha cimentado a lo largo de décadas. La
magnitud del fenómeno es significativa. Una particularidad de la
formación de activos externos en la Argentina es que adquiere la forma
de inversión en instrumentos líquidos (billetes, depósitos en el
exterior) que producen mínimos retornos, a diferencia de lo que ocurre
en otros países desarrollados y también emergentes donde las
colocaciones se hacen en instrumentos de mayor retorno promedio, tales
como inversiones de cartera (bonos, acciones) o en la forma de inversión
extranjera directa.
- Esta característica peculiar de la Argentina hace que la
contribución de las colocaciones de los residentes locales en el
exterior sea muy baja, de manera que el atesoramiento no contribuye
directamente a la generación de nuevas divisas, que ingresarían por la
cuenta rentas e intereses del balance de pagos.
Origen de los dólares
- La principal fuente de dólares son las exportaciones de bienes y servicios.
Destino de los dólares
- Se utilizan para realizar los pagos vinculados con las
importaciones, para atender los vencimientos de la deuda pública y
privada en moneda extranjera, y para la acumulación de reservas
internacionales en el Banco Central que, además de actuar como reaseguro
de liquidez internacional, han contribuido a cancelar deuda pública.
Restricción externa
- Tradicionalmente, economías como la argentina se enfrentaban a una
restricción estructural proveniente de la carencia de divisas
suficientes para apuntalar el proceso de desarrollo. Esa escasez
relativa reconocía dos orígenes diferenciados, uno interno y otro
externo. En el frente externo, el principal condicionamiento emergía
como fruto de una integración comercial asimétrica, basado en el
principio de ventajas comparativas estáticas y la especialización en
sectores intensivos en recursos naturales que evidenciaban un deterioro
sistemático de sus precios relativos. En el plano interno, la baja
diversificación del aparato productivo conllevaba a una creciente
necesidad de divisas para acelerar la industrialización.
- Los países en desarrollo no dejan de crecer cuando tocan el límite
de la capacidad productiva, cuando no hay más trabajadores sin empleo, o
cuando el capital se utiliza a plena capacidad, sino cuando hay escasez
de dólares, para seguir importando.
- En la Argentina postconvertibilidad, estos condicionantes
estructurales propios de la esfera comercial, real y productiva han
perdido buena parte de su importancia, al tiempo que han surgido nuevos
desafíos de carácter puramente financiero, como el mencionado deseo por
acrecentar el atesoramiento en moneda extranjera.
- Así es relevante preguntarse si es apropiado que un país que ha
sabido aprovechar el cambio del escenario internacional para remover una
de las grandes limitaciones para el desarrollo, tenga que volver a
toparse con este límite, pero ya no como consecuencia de una restricción
estructural sino porque una parte de su población percibe que la
dolarización de sus ahorros podría llegar a ser la estrategia que
maximice un retorno financiero privado. Y si no es conveniente, entonces
en forma alternativa efectuar intervenciones selectivas, atendiendo un
principio superior del bien común como es el objetivo del desarrollo
económico.
La opción de devaluar
- La cuestión clave radica en determinar si toda la economía
argentina debe convalidar los costos que significarían modificar
bruscamente su tipo de cambio ante alteraciones en la oferta y demanda
de dólares originada en razones exclusivamente financieras.
Otras alternativas
- Para afrontar esa situación, requiere ponderar otros interrogantes:
1 ¿Debe, en las condiciones internacionales
señaladas, el sector público endeudarse externamente para financiar la
mayor demanda de divisas de la parte de la población que desea dolarizar
una parte de sus ahorros?
2 ¿Debe fomentar en forma subsidiaria que otros
agentes privados o jurisdicciones subnacionales se endeuden para obtener
esos fondos?
3 ¿Debe facilitar todas las reservas internacionales que le sean demandadas?
La respuesta es negativa a esos tres interrogantes, como a la opción de la devaluación.
- El aumento de las preferencias por dolarizar los portafolios
financieros de una parte de los residentes frente al deterioro del
escenario internacional obliga a la política monetaria a elegir la
opción menos disruptiva.
- Esa opción sería perfeccionar la regulación cambiaria prudencial
(restricciones) de forma que asigne el excedente de dólares según
criterios que prioricen el mayor impacto económico y social de esas
divisas, propendiendo a que cada dólar usado maximice su efecto
multiplicador en términos de crecimiento.
Definición conceptual
- Las preferencias por acumular activos externos por parte de los
agentes económicos locales con capacidad de ahorro deberían, en
contextos de estrés actual o potencial, subordinarse a otros usos más
eficientes de los dólares disponibles, esto es, para pagar las
importaciones de bienes y servicios, cancelar los intereses y las
amortizaciones de la deuda pública y privada, y a la acumulación de un
nivel de reservas internacionales compatibles con el esquema de
flotación administrada del tipo de cambio.
- Desde el punto de vista del bienestar general de la sociedad, la
acumulación de activos externos en el Banco Central es claramente
superior y más eficiente que la realizada individualmente por parte de
las personas físicas o jurídicas.
Esta es, en detalle, la explicación oficial a los controles dispuestos para la compra de dólares.
*Publicado en Página12
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