Por Dr. Rubén Visconti*
Todos los días del año se celebra un partido entre dos equipos, uno
conformado por un equipo “oficial”, con jugadores pertenecientes a tres grupos:
Uno por las autoridades del Municipio, más los dueños de buses, más los dueños
de taxis y en el otro la totalidad de los Usuarios de ambos medios de
transporte, al que asisten como espectadores privilegiados dado que no abonan entrada el Casino, los Shoppings,
los Súper, los propietarios de grandes negocios comerciales y fabriles, así
como también los dueños de inmuebles múltiples y algunos más no identificados
aún.
Este partido se desarrolla siempre, todos los días, en la cancha del equipo
al que hemos denominado como OFICIAL que
hace de local y por lo tanto el otro, el de los Usuarios es también
SIEMPRE como visitante y el REFEREE, las normas y reglamentos así
como las Tarifas las fijan los Locales los que, complementariamente deciden la
total gratuidad de los espectadores que cometen toda clases de tropelías, sin
sanciones ninguna. Entre ellas, algunas son directamente determinantes de los
precios tarifarios ya que tanto al incidir en las velocidades de los buses elevan
el precio de cada boleto del transporte y, además, se cubren totalmente, ya que
en el caso de los taxis cae una ficha por cada minuto de demora. Sintéticamente,
el equipo de los usuarios abona todas las trapisondas de los buses, de los
taxis y de los particulares, que al ocupar lugares prohibidos impidiendo los
estacionamientos correctos de buses y taxis, obligan a los usuarios a sufrir
riesgos, a lanzarse al abismo por la distancias entre plataformas y piso,
generan todas las posibilidades de accidentes de los cuales los Usuarios tienen
que hacerse cargo.
Recuérdese este dato fundamental, toda
reducción en la cantidad de kilómetros que recorren los buses inciden directa y
proporcionalmente en la Tarifa que deben abonar los usuarios y que ese
incremento va al bolsillo de los dueños de los buses, entre los cuales están el
Municipio y el Banco Municipal, y en el conjunto de los taxistas los dueños de
los coches que perciben alrededor de 500 pesos diarios de parte de los peones
que los manejan, lo que significa un total de más o menos 500 x 25 un monto de
12.500 pesos mensuales, resultante de la renta más elevada que puede obtenerse
no solo en el país sino también en el resto del mundo, comparable solo con
traficantes de drogas. Y gozan de un
monopolio que impide la participación libre de nuevos taxis
Por si esto fuera poco, un invento reciente ha complicado más las cosas; se
trata de los famosos Carriles Exclusivos que facilita el funcionamiento de los buses por la mayor velocidad sin que
este factor se aplique a la rebaja de la tarifa por menores costos, agregando
en contra del Usuario un serio inconveniente dado que obliga a los taxis a
llevarte dos cuadras hacia el Norte cuando vos vas al Sur, o al Sur cuando vos
vas al Norte. Por lo menos cuatro cuadras demás que significa la un pago
incorrecto de tres o cuatro fichas que
van al bolsillo de los taxistas, cuando como agregado por demoras se suman 2,3,4, o 5 fichas más por minuto de demora debido a los nudos de
tránsito generados por buses y particulares que obstruyen las calles con
maniobras y estacionamientos incorrectos.
¿Qué resultados se pueden obtener de estos partidos que diariamente se
desarrollan en la ciudad que enfrentan al equipo OFICIAL CON EL DE LOS USARIOS
QUE SUMAN 500.000 AFECTADOS DIARIOS, que no determine una relación para ponerle
números de 100 a 0?
Quizás de 1000 a 0 o cualquier otro número arbitrario que refleje la
realidad de lo que sucede todos los días del año y que afecta directamente a
los Usuarios de buses y de taxis todo motivado por los abusos del EQUIPO
OFICIAL, QUE CON SUS DECISIONES LOS PRODUCE.
Y si esta es la realidad, ¿que estamos esperando los rosarinos para,
apoyando al equipo de los Usuarios, logremos modificarla?
Si todo es injusto y afecta a tantos hay que decidirse a participar en
favor del equipo que sufre todas estos atropellos para equilibrar en la medida
de los posible esos resultados tan
injustos, ya que a lo antedicho debemos agregar otro más, que los buses
comiencen a tener paradas cada cuatro y no cada dos cuadras, obligando a muchos
a caminar más de lo que sus piernas le permiten.
*Doctor en economía, Docente de la UNR,
Miembro del CEP
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