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sábado, 26 de febrero de 2011

PETROLEO, SIEMPRE PETROLEO

Por Walter Paz*

Para tratar de adentrarnos en los conflictos que se vienen sucediendo en el mundo árabe hay que tomar cierta distancia espacial y temporal. Entonces podemos llegar a vislumbrar algunas causas y algunas consecuencias.
Los líderes mundiales, sean políticos o económicos, los imperios, suelen mirar más allá y planificar para décadas incluso para un par de generaciones. De ahí que para no perdernos en una maraña de informaciones contradictorias y muchas veces imposibles de corroborar para el hombre o la mujer común y corriente, es conveniente tomar algunos datos más generales y globales.

De hace tiempo, quizás 30 años que suena cada vez más fuerte el discurso individual o grupal acerca del fin de uno de los recursos energéticos que han caracterizado al siglo XX y a la expansión del modelo industrial-militar capitalista: el petróleo. Hoy todos lo saben y ha sido materia de análisis de las potencias y también qué hacer ante esa certeza.

Perón, uno de esos hombres que miraban más allá del horizonte les dijo, nos dijo después de la crisis del petróleo en el ´73 que ante la osadía árabe de cerrar el grifo del crudo a la economía yanqui y occidental en general, EUA ocuparía Medio Oriente. Hoy ya no es solo una frase, sino una triste y terrible realidad.

El imperialismo ha ido eliminando enemigos como la URSS, y frente a gobiernos árabes de carácter revolucionario que nacionalizaban recursos naturales, los ha ido corrompiendo, dividiendo, derribando, desgastando, bloqueando, o directamente bombardeado e invadido para luego colocar un gabinete marioneta que asegurara el alineamiento con las políticas yanquis. Así ocurrió con Egipto, luego de la temprana muerte del líder popular Gamal Abdel Nasser, asumió Saddat que reorientó la política independentista, tercerista y panarabista de Nasser… hacia Washington. Tildado de traidor, Saddat fue asesinado en 1981, entonces asumió Mubarak y gobernó hasta hace días manteniendo siempre el alineamiento con el imperio. Nunca fue adjetivado como dictador.

Irán, revolución islámica mediante, nacionalizó sus recursos petroleros, y a los EUA se le cerraron las puertas de Teherán. Había que eliminar esa amenaza, para eso nada mejor que el vecino iraquí Saddam Hussein y agitar viejos reclamos territoriales producto de las arbitrarias demarcaciones fronterizas realizadas por las potencias coloniales en la inmediata postguerra mundial. EUA empujó a Irak, Europa también hizo lo suyo, ambos le dieron a Saddam todo tipo de armas, tecnología, dinero y apoyo diplomático y mediático. Pero ante el fracaso iraquí en esa guerra que causó más de 2.000.000 de muertos intentó recomponerse invadiendo Kuwait.

Craso error de apreciación, Saddam pensó que Occidente volvería a apoyarlo y no tuvo en cuenta que, de Kuwait fluye sostenidamente el crudo que alimenta a la bestia capitalista, Saddam terminó en el cadalso. Pero además, y por esa época ocurrió el atentado a las Torres Gemelas. La mayoría de los guerrilleros inmolados a bordo de los aviones de línea utilizados eran de origen saudí. Los que siguen la política interior saudita saben que las cosas no están bien pero esa información no trasciende. De eso se encargan las cadenas de desinformación mundiales que forman parte del negocio. Por las dudas, hay que tener un pié en Arabia Saudita y otro en Irak.

Desaparecida la URSS y frente al crecimiento imparable de China, también con el final del oro negro a la vista. EE.UU. diseñó una nueva política para este siglo XXI, se llama: Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense. Parte de la base de reconocer que el siglo anterior, el XX fue ganado por el gigante del norte, y busca prolongar esa primacía en el XXI, pero ahora con un control a escala planetaria. Para eso, entre otras cosas, debe asegurarse lo último de reservas petroleras existentes en el mundo. “EUA ocuparía Medio Oriente” decía Perón y lo hizo, lo hace y si puede lo va a extender a donde sea.

Y como sea, al comenzar el milenio hizo uso intensivo de las “revoluciones de color”. Revueltas con participación de algunos sectores de la población, algunas ONG o Fundaciones, de esas que suelen tener nombres lindos, como Libertad o Democracia, etc. y que siempre tienen plata. Algunas de esas revoluciones le salieron bien, la Naranja en Ucrania, de las Rosas en Georgia, de los Tulipanes en Kirguistán, hoy son todo un problema para Rusia, y en todos los casos directamente relacionados con petróleo y gas. La “revolución verde” salió mal, es decir: derribar el sistema de los Ayatollahs, Irán sabe que se encuentra en el ojo del huracán y busca el respaldo de la disuasión nuclear.

El imperio tiene en sus manos el Informe Cheney del 2001 que indica que para el 2020 el 55% o el 65% del petróleo producido y exportado va a salir del triángulo de Oro, es decir de la zona ubicada entre el Golfo Pérsico, el Mar Caspio y el Mar Negro, los yanquis ya tienen asegurada su presencia militar en Arabia Saudita, Irak, Afganistán y en varias de esas pequeñas ex-repúblicas soviéticas del Cáucaso.

Pero quieren más. Hasta ahora no se han lanzado la búsqueda efectiva por el petróleo del Ártico, implica un choque directo con Rusia. Es más “fácil” el continente africano. La creación del AFRICOM, el Comando norteamericano para actuar militarmente en África, es una neta creación de este siglo XXI. Apunta primero a las reservas de Nigeria, Guinea Ecuatorial y vecinos. Libia no está lejos, apenas 2.000 Km.

No olvidemos el Libro Blanco denunciado por Hugo Chávez en ocasión de saberse la decisión colombiana de permitir la instalación de material y personal militar estadounidense en 7 bases de su territorio, que admiten el uso del avión de transporte estratégico C-17 (similar al retenido por estos días en Ezeiza) de un alcance de 5.000 km. Decía el presidente venezolano que desde esas bases con aviones C-17 se cubría casi toda Latinoamérica y se alcanzaba la costa africana. Libia también tiene gigantescas reservas de agua, en realidad gran parte del Sahara las tiene, bajo las arenas.

En estas horas en medio de las informaciones contradictorias, se menciona a Khadaffi como dictador a cada rato, sin embargo un informe del cronista de TELESUR mencionó masivas demostraciones a favor del líder libio. Entre otras noticias, “voceros de los rebeldes” -¿quiénes son? nadie lo sabe- indicaron que ellos dominan casi la totalidad de los pozos petroleros. Sin embargo, desde un principio las noticias apuntaban que las revueltas estallaron motivadas por lograr mayores libertades civiles, ¿entonces, cuál es la razón por las que copar los pozos de petróleo? También se señalan fuertes combates entre los rebeldes y las fuerzas del gobierno libio, desde ya que las fuerzas del gobierno son tropa entrenada, ¿Cómo es posible que ciudadanos comunes hasta ayer que querían libertades, hoy sean capaces de sostener fuertes combates?

Lo cierto es que tanto en Egipto como en Túnez, hasta ahora, los EUA han sabido mantener sus posiciones y asegurar la continuidad de su política regional. O sea, que en ambos países cambió algo para que nada cambie. El tema es que Egipto y Túnez no tienen mayormente petróleo, Libia sí.

*Profesor de Historia
  Secretario del Centro de Estudios Populares
  Columnista del programa Sudestada, emitido por Radio Nacional Rosario, AM1300
  Sábados de 7 a 9.30 hs.

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