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lunes, 24 de enero de 2011

INCLUSIÓN SOCIAL vs. FEUDO-LIBERALISMO

Por Francisco Balázs*

Los datos de 2010 derriban los mitos construidos durante décadas por los sectores dominantes Los datos que arroja la economía nacional del año 2010, como se describe en páginas anteriores, demuestran haber alcanzado niveles sin precedentes en los últimos 50 años, previos al ciclo iniciado en el año 2003.
Crecimiento sostenido del PBI, reducción de deuda externa a niveles históricos, superávit fiscal, récord de recaudación, récord de reservas, de exportaciones, de inversión en infraestructura, de consumo interno, reducción de la pobreza, baja del desempleo, y siguen.

La contundencia de la evolución económica y social durantes los últimos ocho años profundiza con vistas a las elecciones presidenciales el debate acerca del modelo de país en pugna, que no será distinto en su definición al proceso que vivieron naciones desarrolladas que resolvieron sus diferentes modelos de producción entre la primarización de sus recursos naturales y un paso superior a la industrialización y la desconcentración de la riqueza.

La Historia los condena. Con excepción de breves periodos de intentos rupturistas del orden económico y social feudo-liberal y conservador impuesto durante los cincuenta año previos al 2003, todos abortados por golpes cívico militares-financieros, (el breve período del gobierno de Arturo Illia, 1963-1966, el de Perón-Gelbard 1973-1974 y por último el primer año de Raúl Alfonsín con Bernardo Grinspun), el país estuvo en manos de gobiernos que aplicaron a través de la violencia y el disciplinamiento primero, y ya en los ’90 por el imperio del consenso de Washington, todo tipo de medidas de corte liberal en lo económico. Una cruda reproducción de experiencias de sistemas de libre mercado y capitalista provenientes de la órbita de los países centrales, más industrializados, más desarrollados y con altos niveles de inclusión social, con la permanente pretensión de creer que la Argentina formaba parte de esas naciones.

Durante esas cinco décadas todos los gobiernos delegaron en sus ministros de Economía la suma del poder y eligieron a representantes directos de grandes intereses locales y trasnacionales. La lista es conocida por todos: Álvaro Alsogaray, Adalberto Krieger C. Vassena, Alfredo Martínez de Hoz, y ya entrados los años ochenta y noventa, a través de cuadros técnicos de Fundaciones y Consultoras de negocios y empresas que aportaron sus mejores hombres a la dirección de la economía y la planificación del país promovidos como voceros de los sectores dominantres y aliados a grupos de medios de comunicación entrelazados con sus mismos intereses. Dispusieron de todos los recursos y apoyo económico, mediático y político, local y extranjero, y cuando fue necesario dispusieron de la persecución y la muerte. No hubo límites a sus ambiciones, ni a sus extravagancias. Hicieron todo lo que quisieron. Fueron los que experimentaron a manera de incubadora durante la última dictadura la primera experiencia neoliberal de Milton Frydman, y los discípulos de la Escuela de Chicago, aún antes que Margaret Thatcher lo hiciera en Gran Bretaña y Ronald Reagan en Estado Unidos. Más adelante, en la década del ’90 los méritos que realizarían los llevarían a ser el hijo prodigo del nuevo orden mundial.

Crecimiento con inclusión vs. feudo-liberalismo. La aplicación de las políticas neoliberales en países como la Argentina resultaron experiencias demoledoras como para todos los otros países de la región donde fueron implementadas. Como resultado, fortalecieron a los grupos de privilegios y concentraron la economía retrotrayéndola a niveles similares a los de fines del siglo XIX y principios del XX. A estas experiencias se las podría llamar ya no de carácter neoliberal, sino feudoliberales.

Sin embargo, todavía hoy intérpretes de aquellas políticas continúan insistiendo con las mismas recetas. Todavía hoy reciben una importante adhesión de los sectores interesados en mantener sus privilegios y posición dominante. Pero además gozan del acompañamiento de aquellos que poco o nada tienen que ganar, sirviéndoles de guardia pretoriana a sus intereses a través de quienes pretenden la re-edición de ese sistema feudoliberal con packaging de republicanismo puro que enarbolan amplios sectores de la oposición y sus tutores empresariales y mediáticos, proponen con vistas a un próximo período presidencial. El resultado de sus propuestas concluirá en un modelo de Nación Estado que retrotraiga el dominio del poder a las sectores dominantes que durantes estos ocho años se vieron seriamente cuestionados. Las experiencias de Chile, y más recientemente del Perú, son el modelo que la oposición al se propone imitar. Un país prolijo y previsible para pocos, con seguridad jurídica traducida en poner al Estado como garante del capital privado, asegurándoles elevadas tasas de rentabilidad. Políticas sociales destinadas a convertir la pobreza en pobreza digna. A ejercer un dispositivo de fuerte disciplinamiento social a través de políticas represivas contra el delito, y en el orden internacional restablecer alianzas estratégicas y comerciales con las naciones más poderosas bajo las condiciones de desigualdad que imperaron en el pasado, alejándose de los procesos de integración alcanzados en los últimos ocho años.

La discusión del modelo de país implica la resignificación de los datos duros de la economía. No se trata de una discusión abstracta o académica. Es parte de la batalla cultural, que implica, entre otras cuestiones, el papel del Estado y de políticas públicas, la inclusión social, la ley de medios, el afianzamiento en las relaciones comerciales y culturales con países de la región. Todos estos ejes centrales confluyen en la definición de una puja que enfrenta dos modelos de país. Uno excluyente y otro inclusivo. En pocas palabras, los tiempos que corren serán históricos, en la medida en que puedan enterrar definitivamente las aspiraciones del regreso a la patria feudoliberal que añora el regreso al pasado, pensándose moderna e integrada al mundo.

*Publicado en Miradas al Sur

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