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domingo, 5 de diciembre de 2010

NI LA EMBAJADA LES CREE

Embajada de EEUU en Argentina
Por Alfredo Zaiat*

La filtración de un cuarto de millón de cables secretos y confidenciales del Departamento de Estado de EE.UU. habilita análisis diversos sobre su contenido y sus derivaciones. Para la política doméstica, uno de los aportes sustanciales de Wikileaks no es la información difundida, que por ahora es superficial y conocida, sino la revelación de los nombres de economistas y politólogos que han concurrido a la Embajada para exponer sus pronósticos negativos sobre Argentina. Lo más notable es que el funcionario encargado de escucharlos elaboró su informe evaluando que nada de lo que le habían dicho iba a suceder.
En el documento fechado el 9 de julio de 2009, pocos días después del resultado de las elecciones de medio término, firmado por el encargado de negocios de la representación diplomática estadounidense en el país, Tom Kelly, desfilan los nombres de Miguel Angel Broda, Rosendo Fraga, Carlos Melconian, Jorge Castro, Manuel Mora y Araujo, Mario Blejer, Marcelo Blanco (titular del Deutsche Bank en Argentina), el banquero Jorge Brito, Orlando Ferreres y Daniel Marx.

A su turno, cada uno de ellos planteó escenarios desalentadores. Unos afirmando que el gobierno de CFK no completaría su mandato acompañado del colapso de la política económica, mientras que otros aseguraron que el país se encaminaba a otro default de la deuda porque no estaba en condiciones de cumplir con abultados vencimientos inminentes. Desde la salida traumática de la convertibilidad, los economistas de la city se han equivocado una y otra vez en el diagnóstico y en sus previsiones. A pesar de tantos pronósticos equivocados, el establishment empresario y mediático sigue teniendo como referencia a esos profesionales del error, alimentando así un escenario de expectativas negativas que colisiona contra la realidad. El elemento novedoso que se conoce con la filtración de Wikileaks es que ni la Embajada se convenció de esas estimaciones vagas y sin información.

Los principales comentarios de esas figuras del conservadurismo doméstico recogido por Kelly, consignados en ese cable, fueron los siguientes:

- Manuel Mora y Araujo sostiene que la sociedad argentina aborrece un liderazgo político débil. El oficialismo había perdido las elecciones legislativas.

- Rosendo Fraga afirma que la historia de la democracia post-dictadura no es un buen augurio para Kirchner. Dice que a partir del 10 de diciembre (de 2009) habrá un Congreso con el poder de deponer a CFK de su cargo (juicio político). Y adelanta que el “ambicioso” vicepresidente ya ha decidido aceptar el poder en tal circunstancia.

- Carlos Melconian (definido por Kelly como aliado a Macri) explica que “los gobiernos que llegaron debilitados a las elecciones de mitad de período se enfrentaron a un deterioro de la situación económica. A menos que el gobierno de CFK replantee su política económica, podría enfrentar el mismo destino sombrío de los gobiernos de Alfonsín y De la Rúa”.

- Miguel Broda se queja de que “no hay ni un solo macroeconomista serio en todo el staff del Ministerio de Economía”.

- Orlando Ferreres sugiere que los peronistas son los que derrocarán a CFK. “Nadie es más conservador que un peronista asustado”, sostiene.

- Mario Blejer afirma que “Néstor (Kirchner) no sabe nada de economía y, para empeorar las cosas, él cree que sí sabe, de manera que no escucha consejos”.

- Marcelo Blanco (del Deutsche) asegura que el Gobierno se enfrenta a varios pagos de deuda a corto plazo, comenzando con más de dos mil millones dólares en Boden 2012 que vencen en agosto. Para Blanco había “una elevada probabilidad” de una economía fuera de control después de las elecciones y que los Kirchner, en última instancia, no podrían gobernar.

- Jorge Castro destaca la situación fiscal como el Talón de Aquiles de los Kirchner.

- Daniel Marx señala que la decisión del Gobierno de adelantar las elecciones al 28 de junio significa que su orgía de gasto preelectoral fue relativamente breve, lo que hará más fácil para el ministro de Economía, Amado Boudou, reducir los gastos para el resto del año y el próximo.

Esas definiciones no son muy distintas de las que ellos mismos expresaban en esos días por diferentes medios de comunicación aunque en un tono un poco más medido. El factor distintivo es que fueron pronunciadas ante un representante de la Embajada de Estados Unidos, conducta peculiar respecto del vínculo que tienen con el país que habitan. Y más notable fue que ese funcionario no fue convencido por esos gurúes del fracaso. Kelly escribió en ese documento que el final anticipado del mandato de CFK “es una ilusión de opositores”. “Durante más de dos años hemos tenido audiencia con previsiones nefastas de una crisis fiscal inminente y abrumadora” que no se verificaron. Kelly prefirió consultar otras fuentes más confiables. “Dos de nuestros mejores contactos –Javier Alvarado, gerente general de Banco BICE, y Juan Carlos Barboza, jefe de cambio de divisas del Banco Central– afirman con seguridad que el Gobierno es capaz de cumplir con sus obligaciones.” Kelly agrega que “nuestros contactos nos dicen también que es poco probable que el Gobierno se quede sin dinero antes de que concluya el mandato de CFK”. Menciona a uno de la Secretaría de Finanzas, al que le creyó más que a los economistas de la city consultados, quien le insistió con que el Gobierno cumplirá con sus necesidades de financiamiento de 2009. Kelly concluye que “en la embajada creemos que CFK va a continuar siendo la presidente hasta diciembre de 2011”.

El papel de fuente de la Embajada de Estados Unidos por parte del elenco mediático de economistas y politólogos es bastante bochornoso. Más aún cuando sus opiniones negativas sobre las perspectivas del país no se han verificado en estos años. Y para herida de sus respectivos narcisismos, no fueron consideradas válidas ni por ese mismo funcionario de la potencia económica al que le rindieron cuenta.

*Publicado en Página12

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