Por David Cufré*
La cantidad de personas que lograron acceder a la jubilación en los últimos cinco años creció de manera sostenida gracias a las moratorias que implementó el Gobierno. El sistema previsional pasó de tener 3.185.000 jubilados y pensionados en 2003 a 5.585.000 en la actualidad. La medida logró incluir a 2.350.000 adultos mayores, quienes pasaron a contar además con la cobertura asistencial del PAMI. Antes de esa decisión, casi la mitad de los argentinos en edad de jubilarse quedaba afuera de ese derecho. Sin ingresos, la pobreza estaba haciendo estragos en el sector.
Ahora, la cobertura previsional alcanza a nueve de cada diez mujeres de más de 60 años y hombres mayores de 65. Es la tasa más alta de América latina. Las moratorias buscaron dar respuesta a un problema de marginalidad creciente. Esa política de orientación universal se profundizó el año pasado con la creación de la asignación a la niñez.
El sistema de seguridad social está atendiendo diversas situaciones de exclusión social generadas en los años de la convertibilidad. Además de ampliar el número de jubilaciones y pensiones hasta casi 5,6 millones, la Anses está pagando la asignación por hijo a más de 3,7 millones de chicos. También hubo un aumento muy marcado en los beneficiarios de pensiones no contributivas. Este año cobrarán esa pensión asistencial 915 mil personas, contra 787 mil de 2009. La cobertura viene creciendo desde 2004. Ese año se liquidaron 353 mil pensiones. Es decir que el número de beneficios casi se triplicó en el período. Las pensiones no contributivas las cobran personas con invalidez, diversas dificultades físicas y madres con siete o más hijos, entre otros.
A pesar del significativo aumento en la carga de prestaciones que debe atender el organismo de la seguridad social, sus cuentas siguen arrojando superávit. En 2009, la Anses acumuló un excedente de 3809 millones de pesos. Esos ahorros, sin embargo, están muy lejos de alcanzar para cubrir el 82 por ciento móvil de las jubilaciones mínimas que plantea un amplio sector de la oposición con distintos proyectos de ley (ver página 10). El año pasado sus gastos ascendieron a 103.721 millones de pesos, en tanto que los ingresos llegaron a 107.530 millones. El ministro de Economía, Amado Boudou, estimó que llevar la jubilación mínima al 82 por ciento del Salario Mínimo Vital y Móvil tendría un costo para el organismo de 22.406 millones de pesos al año. El diputado Claudio Lozano, de Proyecto Sur, calculó una cifra menor, pero igualmente significativa: 16.000 millones.
Para llevar el 82 por ciento móvil a todas las jubilaciones y pensiones, la Anses necesitaría refuerzos presupuestarios por 140.111 millones de pesos. La mayor parte de la oposición no dio detalles sobre cómo afrontar los mayores costos. Sólo hubo alguna sugerencia a encarar una reasignación de partidas del presupuesto o utilizar los ahorros por 149.000 millones de pesos que tiene la Anses. Se trata del dinero absorbido por el Estado cuando dejaron de operar las AFJP –en realidad eran 98.000 millones y la gestión pública los hizo crecer más de 52 por ciento–, pero su utilización alcanzaría para cinco o seis años. El Gobierno descartó la idea de financiar un flujo de gastos con un stock de ahorros que se terminaría a corto plazo, además de advertir que su liquidación a las apuradas ocasionaría un grave perjuicio económico, con pérdidas estimadas en 74.000 millones de pesos. Lozano, en tanto, planteó que habría que restablecer los aportes patronales para grandes empresas al nivel que tenían en los ’90, aunque no hizo mención a que difícilmente sus nuevos aliados de la oposición lo acompañarían en la propuesta.
La Anses ya está recibiendo ayuda del Estado nacional y de los Estados provinciales para hacer frente a todas las prestaciones. No es “la plata de los jubilados”, como se menciona habitualmente, sino recursos de la seguridad social. Los aportes de los trabajadores activos para la jubilación alcanzan a financiar sólo el 58,9 por ciento de los gastos de la Anses, mientras que el 40,6 por ciento es soportado por la Nación y las provincias al ceder recursos de la recaudación de impuestos. El 0,5 por ciento restante surge del rubro rentas de la propiedad.
El año pasado, sobre 107.530 millones de pesos de ingresos de la Anses, 63.335 millones fueron aportes previsionales, pero 43.657 millones fueron girados por los gobiernos nacional y provinciales. Estos últimos resignaron 18.280 millones de pesos que les correspondían de la coparticipación. Hacia el organismo de la seguridad social va una parte de la recaudación de los siguientes impuestos: IVA, Ganancias, Bienes Personales, Combustibles, Monotributo, Cigarrillos e Internos. Esta composición mixta del financiamiento de la Anses explica que sus obligaciones también sean variadas, debiendo responder al pago de jubilaciones y pensiones, pero también a otros sectores sociales como los menores de 18 años que cobran la Asignación Universal por Hijo.
*Publicado en Página12 - 06/07/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario