Por Walter Paz*
Imposible no comentar esta actitud del Presidente saliente de Colombia Álvaro Uribe, saliente porque faltan 15 días redondos para que traspase el mando al Presidente electo Santos. Hace rato que nos referimos a que un gobierno del estilo del Presidente Chávez electo por el Pueblo de Venezuela molesta a los intereses de quienes siempre han gobernado Venezuela pero también molesta a los intereses foráneos que han esquilmado a Venezuela y a toda Latinoamérica, puntualmente en este caso: petróleo. Con esta subida de tensión, con esta nueva denuncia queda más claro el Eje Washington-Bogotá y su acción en nuestra región, su objetivo: impedir el proceso de integración continental, o como mínimo sembrarlo de piedras. Creando conflictos por ejemplo, para eso el Imperialismo siempre tiene alguien que hace el trabajo sucio, el partido militar en cada país años atrás, o una partidocracia sumisa después con democracias dependientes, y omnipresente, la cadena mediática de deformar u ocultar la información, o porque no, mentir.
Se juegan con las palabras, hoy se titula sobre el conflicto “Chávez-Colombia”, como si el problema fuera una sola persona desconociendo o invisibilizando el voto de un Pueblo que legitima a través de las urnas esta historia diferente que vive la hermana Venezuela, una historia de soberanía, de autonomía. Ya se intentó crear una guerra bombardeando territorio ecuatoriano por parte de Colombia, ahora Venezuela. No tiene ninguna necesidad Uribe de plantear este problema de una supuesta presencia guerrillera del lado venezolano, siendo que ya se va. Salvo que el nuevo Presidente Santos se planteé continuar con esta línea política que baja desde Washington. No es casualidad que el planteo de Uribe se haya realizado en el seno de la OEA, organismo inventado por los EE.UU. Hoy estamos transitando una senda nueva, una senda propia que se llama UNASUR. Incluso esta apuesta yanqui, Colombia mediante, es que la OEA ingrese a territorio venezolano a chequear esta denuncia casi en consonancia con el concepto imperialista de “extraterritorialidad” y pegado al mismo, el otro concepto imperialista, el del “ataque preventivo”.
Todo bien mezclado y sazonado con eslóganes de luchar por la libertad y contra el terrorismo y bla bla con los que nos bombardean diariamente desde cierta prensa adicta. Los latinoamericanos tenemos amplísima experiencia en conocer en carne propia qué significa esa libertad que promueven los yanquis. Y respecto al terrorismo lo vemos todos los días en TV, Afganistán e Irak invadidos, destruidos, ocupados y saqueados. Esperemos que las intervenciones desde la Argentina y el Brasil, tal como ya hicieron en el 2008, traigan algo de tranquilidad.
Al mismo instante en que el gobierno colombiano hacía su presentación en la OEA sobre la supuesta existencia de campamentos guerrilleros del lado venezolano de la frontera, en ese instante una comisión integrada por la senadora Piedad Córdoba, otros legisladores opositores y eurodiputados protagonizaron una Audiencia Pública en una localidad del sur de Colombia donde se denunció el hallazgo de una fosa común en el que la Procuraduría Gral. de Colombia contabiliza aprox. casi 2.000 cuerpos, probables víctimas de las fuerza de seguridad del Estado colombiano
Cipayos, lamentablemente, siempre hay unos cuantos a mano. Los EE.UU. son sembradores de discordias, de conflictos, para que nos peleemos entre nosotros y mantenernos divididos, tal como estuvimos durante casi 150 años. Entonces no hay que caer en la trampa. Para cerrar por ahora este tema, sueño en voz alta, me gustaría que en un futuro cercano algunos países latinoamericanos renuncien oficialmente a la OEA, y otros los sigan de manera inmediata de manera de dar por terminada la vida de ese invento norteamericano.
Y un rengloncito extra sobre Latinoamérica y esta nueva etapa que vive, etapa de inclusión. El martes nuestra Presidenta Cristina reglamentó la Ley que protege a las mujeres contra la violencia de género, bien, en Brasil, el Presidente Lula hace una semana presentó un proyecto de ley acerca de la protección de la niñez contra el maltrato por parte de los adultos y puntualmente los padres. Cruzando el Atlántico, en Inglaterra, el gobierno del ex-primer ministro Tony Blair en el 2001 tuvo que dar marcha atrás en instaurar una legislación que restringía los castigos corporales por las resistencias que generaba en la población y en numerosas organizaciones de la sociedad inglesa. En 1986 se prohibió el castigo corporal mediante el uso de varillas en escuelas públicas y recién en 1998 se trasladó esta prohibición a las escuelas privadas y esto fue por sanción del Tribunal europeo de DD.HH. al Reino Unido al castigar a este por omisión de ayuda en el caso de un menor maltratado.
En otro orden de cosas se viene la nueva cumbre climática en Cancún México entre fin de noviembre y comienzos de diciembre. Y ante el fracaso de la cumbre de Copenhague, delegaciones ministeriales de cuatro países emergentes Brasil, India, China y Sudáfrica están reuniéndose para presentar posturas comunes. Desde ya que lo problemático es el tema de reducir las emisiones de gases contaminantes y el otro es, las sanciones a los estados contaminantes.
Los países industrializados que ya tienen alto nivel de tecnologías le piden a las naciones del tercer mundo que acoten sus desarrollos industriales, lo cual obviamente frena toda política de creación de trabajo y de expansión económica. Los países del tercer mundo buscan que sean aquellas naciones desarrolladas las que paguen por el desastre generado a través del desarrollo industrial. Brasil maneja el concepto de responsabilidad histórica, en el que un estado históricamente contaminante (los europeos por ejemplo) debe pagar por los daños causados.
Y ya que hablamos de contaminación, entonces hay que mencionar que en el Golfo de México, frente a las costas del Estado de Louisiana continúa escapando crudo hacia el océano, imparable ya desde hace más de dos meses. Y aquella frase del presidente Obama diciendo: “qué culo hay que patear” mostrada y repetida por la cadena de desinformación masiva, hoy suena más hueca que nunca porque hasta ahora British Petróleum no ha sido sancionada. Digamos que fue una frase para la gilada.
Y para el final, algo que le interesaría a Mauricio Macri, un día como hoy pero de 1974, la Corte Suprema de los EE.UU. ordena al Presidente Richard Nixon entregar las cintas con las grabaciones de conversaciones telefónicas de miembros de la oposición, en el caso de espionaje más conocido como Watergate y que empujó a Nixon a renunciar ante la certeza de ser destituido.
*Columnista del programa Sudestada
emitido por Radio Nacional Rosario AM1300 - Sábados de 7 a 9.30 hs.
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